Según informó ayer el ministro de Exteriores, Ivan Korčok, en la reunión del gobierno, la República Eslovaca firmará una declaración conjunta con los Estados Unidos de América sobre su determinación de fortalecer la cooperación mutua en el campo de las redes 5G. Este memorándum no es un documento vinculante desde el punto de vista jurídico.
Según la Cancillería eslovaca, el desarrollo de las tecnologías de la información, incluidas las redes 5G, es una condición básica para el avance de la tecnología en general y también para el avance de la sociedad moderna. El apoyo a este ámbito tiene el sentido estratégico y de seguridad. La declaración está en concordancia con el informe de la Comisión Europea acerca de una introducción segura de las redes 5G en la UE, que fija las reglas concretas para su construcción. El jefe de la Diplomacia eslovaca, Ivan Korčok, acotaba: "La República Eslovaca se rige por las directrices de la Unión Europea en este ámbito, que están sujetas a ciertos principios de seguridad que deben aplicarse en las redes, y estos se van a reflejar directamente en la legislación de la República Eslovaca, específicamente en la Ley de Seguridad Cibernética. De lo que se trata es que Eslovaquia, que operará redes 5G, pueda intercambiar información con EE UU de forma segura. Queremos mostrar nuestra complacencia de satisfacer los intereses norteamericanos".
El memorándum con los EE UU debería incluir también nuestro compromiso de elegir a los suministradores de las redes de móviles de quinta generación con total responsabilidad. Los EE UU ya han excluido de antemano a Huawei del concurso de suministradores de estas redes, sin embargo, en la declaración no aparece el nombre de ninguna empresa en concreto. "Este memorándum no nos priva de la libre decisión de elegir quién y bajo qué condiciones va a ser el suministrador tecnológico de estas redes en nuestro país", precisaba Korčok, alegando, que la susodicha declaración también hace referencia a la obligación de investigar si el potencial suministrador no esté controlado por algún Gobierno extranjero. A decir de nuestro canciller, Eslovaquia desde hace dos años ha tenido en sus manos este memorándum, pero ha sido el Gabinete actual el que ha tomado la decisión de firmarlo.
