Los ayuntamientos se preparan para la recogida de la basura de las cocinas domésticas

A partir del 1 de enero de 2021 la administración regional tendrá que garantizar la recogida diferenciada de los residuos provenientes de las cocinas domésticas y de otros desechos biológicamente degradables. Sin embargo, parece que muchos ayuntamientos eslovacos no están listos para cumplir esta tarea. Si bien la legislación vigente exige la diferenciación de la basura de cocina desde el año 2013, casi todas las alcaldías aprovecharon la posibilidad de pedir las llamadas "excepciones por la insostenibilidad económica que les impide diferenciar la basura", que dejarán de valer justamente a finales del año 2020. Así pues, cada población, independientemente del número de habitantes que tiene, tendrá que garantizar la distribución y la accesibilidad de los contenedores marrones destinados a la basura proveniente de las cocinas domésticas y otros desechos biológicamente degradables. Los eslovacos ya están acostumbrados a separar la basura en contenedores amarillos para plástico, rojos para metal, verdes para vidrio, azules para papel y negros para la mezcla del resto de la basura. Con la llegada de los contenedores marrones y con la mejora de la recogida de la basura electrónica, los negros deberían desaparecer poco a poco. Durante los primeros seis meses del año 2021 los inspectores controlarán el cumplimiento de esta obligación sin imponer sanciones a los ayuntamientos que no cumplan la nueva normativa al 100%. Estas tendrán cierto tiempo para adaptarse a la nueva situación. Sin embargo, los activistas continúan criticando los ayuntamientos que, según ellos, tuvieron casi siete años a disposición y no hicieron nada. Por otro lado, los ayuntamientos que se interesan en construir las instalaciones de compost, las estaciones de biogás u otras estructuras para procesar la basura y quieren aprovechar los fondos europeos a menudo tienen que esperar varios meses por la aprobación de su proyecto. Como dijo Radomír Brtáň, vicepresidente de la Asociación de las ciudades y pueblos de Eslovaquia, este procedimiento debería mejorar. El ministro del Medio Ambiente, Ján Budaj, declaró que se empeñará en convertir la economía de basura en una de las prioridades de la reanimación pos pandémica.