A partir de hoy se prohíbe salir a la calle

Tal y como ha decidido el Gabinete, durante las siguientes dos semanas estará prohibido salir a la calle, excepto entre la 1 y las 5 de la madrugada. El toque de queda no vale para los empleados que no pueden trabajar desde casa. Si disponen de la confirmación de su empleador, pueden acudir al trabajo entre las 5 de la mañana hasta las 8 de la tarde. Las excepciones al toque de queda son varias, siendo la más importante y la que más debates ha despertado, el permiso para asistir a clases presenciales para los alumnos de las escuelas primarias y secundarias. Los alumnos tienen que llevar durante las clases puesta la mascarilla. Los ciudadanos pueden salir únicamente para hacer compras de importancia vital, para visitar al médico y también pueden ir a la naturaleza, pero sólo en su distrito respectivo. En el caso de Bratislava y Košice pueden moverse en toda la administración territorial correspondiente. Los actos masivos están prohibidos. Igualmente, los creyentes no pueden tomar parte en actos religiosos, excepto actividades pastorales individuales. El deporte profesional no va a dejar de funcionar, sin embargo, los acontecimientos deportivos serán celebrados sin público. De lo dicho se desprende que a partir de hoy se cierran también las tiendas, excepto aquellas que ofrecen mercancías básicas. Seguirán abiertos supermercados, farmacias, droguerías, zapaterías, tiendas para animales o lavanderías. Para el control de las restricciones epidemiológicas el Estado cuenta diariamente con mil miembros de las Fuerzas Armadas. A decir del premier, Eduard Heger, el Gabinete volverá a juzgar la situación epidemiológica, y las restricciones que se desprenden de ella en diez días. En caso de mejora, las medidas deberían ser menos estrictas para las personas vacunadas y las que han superado la enfermedad. “Ya durante un par de semanas son confinados los distritos señalados en negro por el covid automat, o sea los del mayor grado de alerta de contagio. A pesar de ello los números van a peor, lo cual es la consecuencia de que la gente no respeta las medidas“, opina Heger.