Eslovaquia recuerda el centenario del nacimiento de Alexander Dubček

Eslovaquia ha recordado este fin de semana el centenario del nacimiento de Alexander Dubček, uno de los políticos eslovacos más destacados, símbolo de la apertura del régimen en el año 1968 y de la democratización de la sociedad eslovaca tiempo después, en el año 1989. Con esta ocasión se celebró en el parlamento eslovaco un acto de recuerdo, aunque por causas epidemiológicas tuvo que ser de reducida asistencia. Durante estos días, diversos políticos, historiadores, así como amigos personales del político eslovaco fallecido han recordado su figura, tanto política como personal. Así, para Ivan Laluha, colaborador y amigo personal de Dubček, “el creía en los ciudadanos, y estos creían en él”. Además, se tomaba, afirmaba Laluha, la política como un servicio al pueblo y a la gente. Dubček, que fue el promotor del llamado socialismo de rostro humano era, según el historiador Laluha, una persona optimista que esperaba contribuir a una vida mejor, tanto para nuestro país como para el mundo. También el hijo del finado, Pavol Dubček, que ha sido durante estos días entrevistado por los medios de comunicación eslovacos, explicaba que su padre “era un hombre feliz cuando veía que a la gente le iba bien, y que la participación política era un instrumento para poder conseguir objetivos sociales”. Igualmente recordaba que su padre era un hombre de valores cristianos, a través de los cuales, y trasladados a la política, servía a los ciudadanos. Por su parte, también el premier eslovaco, Eduard Heger, recordaba que Alexander Dubček fue símbolo de valor, humanidad, y esperanza en un tiempo mejor. Con todas estas premisas, constataba el premier, Dubček se inscribió en la historia, tanto eslovaca como mundial. De igual manera, Dubček, como el más alto representante de la llamada Primavera de Praga “levantó el ánimo de las personas de manera tal que abrió las puertas de los principios democráticos en nuestro país”, afirmaba Heger. De igual forma la presidenta del país, Zuzana Čaputová, rindió homenaje a la memoria de Alexander Dubček, indicando que “se trata de una de las personalidades más importantes de la historia eslovaca”. Según sus palabras, “fue el hombre de agosto de 1968, pero también el de noviembre de 1989, y gracias a él, Eslovaquia es hoy un estado democrático”. También el presidente del parlamento, Boris Kollár, recordó la figura del político junto al busto situado en la entrada del Parlamento eslovaco. Diversos políticos más, de un amplio espectro, recordaron la figura del líder de la Primavera de Praga en 1968 y alma del llamado socialismo de rostro humano.