Abierto de nuevo el curso escolar en medio de severas medidas contra el COVID

Hoy lunes han abierto sus puertas las escuelas básicas y secundarias de Eslovaquia, aunque todavía siguen bajo rigurosas medidas contra la pandemia, marcadas por el llamado “semáforo escolar”. De igual manera como durante el pasado año las escuelas no serán en ningún caso cerradas de forma general, pudiendo el director del establecimiento escolar clausurar una clase en caso de que un alumno sea positivo. De igual forma y en el marco de las mencionadas rigurosas medidas, la portavoz del ministerio de Sanidad, Zuzana Eliášová, anunciaba que las máscaras serán obligatorias desde el primer curso de la escuela básica, siguiendo las indicaciones de la Oficina de Salud Pública, indicando que se pide a los padres que antes de la vuelta a las aulas realicen una prueba de COVID-19 a sus hijos, y que la repitan dos veces por semana. En caso de tener que realizar una cuarentena, los alumnos que tengan la pauta completa de vacunación, así como aquellos que hayan superado la enfermedad, estarán exentos de la misma. Con todo, las actividades escolares, así como las extraescolares, por ahora no se vuelven a poner en marcha. Por otra parte, y con motivo del regreso a las aulas, la presidenta eslovaca, Zuzana Čaputová, destacó en un mensaje publicado en redes sociales que “la vuelta de los niños a las aulas es importante no únicamente por su progreso académico, sino también porque el aislamiento deja huellas en su salud mental”. De igual forma, la más alta mandataria del Estado hacía un llamamiento a profesores y pedagogos para que prestasen especial atención a las relaciones sociales en el ambiente escolar. Igualmente, la presidenta hacía hincapié en que las escuelas deber seguir siendo un lugar seguro y un espacio estimulante, para ayudar a los niños a hacer frente a la inseguridad, el estrés, las agresiones, y ayudar en la prevención de la violencia y los abusos. De esta manera se refería al caso de acoso sufrido recientemente por una niña de once años en la población de Miloslavov, y que fue presuntamente cometido por adolescentes. Se trata, dijo la presidenta “de un recordatorio de que nuestra sociedad se encuentra en una situación extremadamente difícil, ante el aumento de las agresiones y las tensiones. Debemos superarlo juntos y construir, entre otras cosas, buenas relaciones interpersonales y respeto mutuo en familias, comunidades, escuelas, lugares de trabajo, en toda nuestra sociedad”, enfatizaba la presidenta, haciendo un llamamiento a pedagogos para que presten atención a las pequeñas muestras de odio y de abusos ante los cuales no se puede cerrar los ojos.