Si la crisis política superara ciertos límites, sería mejor volver a votar, opina la presidenta

En la sociedad eslovaca realmente existe el peligro de que la crisis política amenace con superar ciertos límites hasta convertirse en una grave crisis de la democracia. En ese caso, sería mejor permitir a los ciudadanos volver a las urnas y reelegir a sus representantes. En este sentido se ha expresado la presidenta de la República Eslovaca, Zuzana Čaputová, al presentar su informe sobre la situación en el país en la sesión del Parlamento. Según la jefa del estado, este año la política interior está marcada por la confusión. Los ciudadanos están perdiendo la noción de quién está realmente en el gobierno y quién está en la oposición. "Los políticos de la coalición han sido a menudo más adversarios de sí mismos que su propia oposición, y los ataques mutuos han provocado la salida de un socio de la coalición", señaló Čaputová. La presidenta afirmó que el gobierno en minoría va acompañado de un debilitamiento de la funcionalidad del parlamento, desde la no apertura y el aplazamiento de las reuniones hasta la poca claridad en el apoyo al gobierno. Esta forma de gobernar es agotadora. Según Čaputová, en la actual crisis política cada político tiene su parte de culpa. En consecuencia, como demuestran varias encuestas, el gobierno tiene muy poca credibilidad y la autoridad del estado y la autoridad de la democracia están desapareciendo. "A ello contribuye también una parte de la oposición, que, cada vez ataca más no sólo a sus oponentes, sino también a la propia democracia", señaló la mandataria. El gobierno tiene una situación objetivamente difícil a causa de la crisis. Sin embargo, la presidenta considera peligroso que la manera de gobernar convierta la crisis en un drama. "No somos aficionados al fútbol para elegir a quién apoyamos o en quién confiamos más. Somos ciudadanos que necesitan saber para qué prepararse", señaló. Añadió que Eslovaquia no puede seguir destruyendo los restos de la confianza pública y la cohesión social. "El objetivo de la política no debe ser el de eliminar al adversario. Realmente la política eslovaca parece que se esté reduciendo a ello. Sin embargo, sabemos que la política es un instrumento para realizar un servicio, es una herramienta para administrar los asuntos públicos en beneficio del pueblo", dijo Čaputová.