El Fondo de Tierras Eslovaco, dirigido por el movimiento OĽaNO, se enfrenta con un escándalo tras otro. Paulatinamente se están confirmando las sospechas de ser un negocio familiar y de la creación de puestos de trabajo artificiales, señaladas por los sindicalistas ya en septiembre del año pasado. Esta institución estatal se ha convertido a través de un sistema de contratos en un vertedero de cargos designados por el partido. La actual dirección del Fondo también se enfrenta a acusaciones de corrupción, amateurismo, acoso y difamación de los empleados de base. El portal informativo Nuestro Campo (NášVidiek) fue el primero en informar sobre la carta abierta de los sindicalistas, en la que revelaron el desfalco en las finanzas y varias estafas en el presupuesto de dicho Fondo. La dirección del Fondo supuestamente habría cometido dichas estafas por mediación de personas afines, a través de empleos inventados, de salarios ilegales y de prestaciones inadecuadas. Muchas de las sospechas de los sindicalistas se han confirmado con el paso del tiempo. Por ejemplo, en lo que se refiere al número de trabajadores contratados externamente, el fondo ha confirmado que, en 2015, bajo el gobierno monocolor de Smer-SD, empleaba a 4 trabajadores contratados externos, luego en 2019, bajo el gobierno de coalición de Smer-SD a 14, y en octubre del año pasado, bajo la dirección de OĽaNO a 54. Además, gracias al sistema de contratos fueron colocados en el Fondo de Tierras varios miembros del partido OĽaNO. Los sindicalistas también acusaron a la dirección del Fondo de hacer un uso poco transparente de los fondos salariales y de dar un trato discriminatorio a los empleados. La remuneración media por hora de un trabajador contratado externo en 2022 iba a ser hasta casi un 50% superior al salario medio por hora de un empleado fijo. Mientras tanto, el Código Laboral establece que los derechos de un empleado externo no pueden negociarse de forma más favorable que los derechos y beneficios derivados del contrato laboral. Las críticas de los sindicalistas se centraron también en los beneficios que la dirección del fondo concedió a los trabajadores contratados externamente. Las objeciones se referían principalmente a la asignación de coches de empresa, ordenadores portátiles y trabajo desde casa. El Fondo de Tierras está ya siendo inspeccionado por la Inspección de Trabajo de Bratislava, la Oficina de Control Superior, la Oficina del Gobierno y el Consejo del mismo Fondo de Tierras. El Ministerio de Agricultura se distancia del problema trasladando la responsabilidad a todo el gobierno. Subraya que el Fondo no es una organización subordinada suya. Ni siquiera los propios agricultores están satisfechos con el funcionamiento del Fondo de Tierras. Les preocupa sobre todo el problema de la acumulación de expedientes pendientes, debida a la falta de transparencia, al factor humano y a la mala comunicación con los agricultores.
fuente: SITA
