La República Eslovaca conmemoró el 1 de mayo el decimonoveno aniversario de su entrada en la Unión Europea. Además de Eslovaquia, en 2004 también se convirtieron en miembros de esta organización de integración Chipre, República Checa, Estonia, Lituania, Letonia, Hungría, Malta, Polonia y Eslovenia.
Nuestro país firmó el llamado Acuerdo Europeo de Asociación con la UE el 4 de octubre de 1993 en Luxemburgo. Este fue ratificado por el Parlamento Europeo el 27 de octubre de 1993 y luego por el Parlamento eslovaco el 15 de diciembre de ese mismo año. Dicho acuerdo entró en vigor el 1 de febrero de 1995, después de su ratificación por parte de cada uno de los estados miembros. En junio de 1995, en la cumbre de la UE en Cannes, el entonces primer ministro Vladimir Mečiar presentó la solicitud oficial para la entrada de Eslovaquia en la UE, pero la Comisión Europea la rechazó en octubre de 1997 y en su valoración no incluyó a Eslovaquia entre los candidatos mejor preparados para las conversaciones iniciales sobre la adhesión a la UE. El órgano comunitario justificó su decisión alegando que el país no cumplía aún con los criterios políticos.
Cinco años más tarde, en abril de 2003, Eslovaquia firmó el Tratado de Adhesión en Atenas, que ampliaba la UE a otros diez nuevos miembros a partir de mayo de 2004.
Así pues, Eslovaquia se convirtió oficialmente en miembro de la UE el 1 de mayo de 2004.
Por eso, este no es solo el Día del Trabajador y una jornada festiva, sino también un día de conmemoración. En 2011 fue declarado como el Día de la Adhesión de la República Eslovaca a la Unión Europea.
A continuación, compartiremos con Vds. la valoración que hicieron algunos representantes políticos sobre nuestra membresía en la Unión.
La presidenta de la República, Zuzana Čaputová, en sus redes sociales señaló que la pertenencia a la Unión Europea aporta a Eslovaquia grandes beneficios prácticos, pero también inversiones por miles de millones de euros. "Lo más importante es incalculable. Somos parte de uno de los proyectos de paz más exitosos de la historia, que reemplazó siglos de conflicto por cooperación, comercio, libre circulación y sobre todo libertad y democracia”, concluyó
El primer ministro en funciones Eduard Heger dijo que en los últimos años Eslovaquia ha demostrado que no es sólo el hermano menor de otros países miembros del UE, sino que es un socio igualitario que ofrece soluciones concretas para crear a una Unión Europea fuerte y resiliente. En su red social escribió: “Durante 19 años, hemos sido miembros de pleno derecho de la Unión Europea, que es nuestra patria extendida. Veámosla no solo como una fuente que nos ha abierto muchas oportunidades, sino también como un hogar que debemos cuidar”.
Según el actual ministro de Asuntos Exteriores, Rastislav Káčer, la membresía en la UE no solo ha traído beneficios económicos y prosperidad para el país, sino que también ha confirmado a qué grupo de países pertenece Eslovaquia en términos de valores.
Eslovaquia, agregó Kačer, figura entre los países más integrados de la UE. Se unió al espacio Schengen en 2007, adoptó el euro en 2009 y presidió el Consejo de la UE por primera vez en 2016.
Representantes de diferentes formaciones políticas también se pronunciaron con motivo de esta celebración.
Richard Sulík, líder de SaS, decía esto: “Considero que la entrada de Eslovaquia en la Unión Europea es el hito más importante de nuestra historia moderna. Para todos aquellos que nacieron durante el comunismo, ingresar en la UE representó un sentimiento de libertad y apertura”.
Peter Pellegrini, en nombre del partido extraparlamentario Voz-Socialdemocracia, destacó que, gracias a esta decisión, Eslovaquia pasó a formar parte del mercado único europeo, que es crucial para una economía pequeña y abierta. Calificó a la UE como un espacio económico y valioso donde podemos desarrollar libremente el futuro del país.
Su partido, acentuó, promoverá la pertenencia plena a la UE, pero sin dejar de defender los intereses nacionales cada vez que se tome cualquier decisión significativa.
