Ľudovít Ódor tomó posesión ayer del cargo de primer ministro y ya se encuentra instalado en la sede del Ejecutivo eslovaco. Así ha ocurrido, después de que la presidenta eslovaca Zuzana Čaputová, nombrara oficialmente al nuevo ejecutivo. "Nuestro lema será no discutir en público ni pelearnos entre nosotros", aseveró Ódor en su primera rueda de prensa.
Entre las prioridades a corto plazo del nuevo jefe de gobierno están garantizar el buen funcionamiento del Estado hasta las elecciones parlamentarias anticipadas, preparar un presupuesto responsable para el próximo año y tener una política exterior pro europea. También ha identificado como prioridades para el futuro de Eslovaquia, el uso efectivo de los recursos europeos, la retención de personas con talento para que no abandonen el país y la ayuda a las personas más necesitadas.
Ódor reveló que había pedido a todos los miembros del gobierno que definieran tres prioridades relacionadas con los problemas actuales y tres relacionadas con el futuro de Eslovaquia. El gabinete quiere discutir esas prioridades con la clase política, aunque tal vez no pueda implementarlas. Agregó que presentarán detalladamente esas prioridades en su declaración de programa de gobierno.
El premier además definió cinco principios por los que quiere guiarse su gobierno. Quiere que haya un debate civilizado, tranquilidad y estabilidad. Asimismo, pretende hacer hincapié en la experiencia. Como añadió Ódor, su gabinete tiene la ambición de hacer avanzar al país. Otro de los principios que señaló fue la unidad, alegando que no quiere abrir temas culturales y éticos sensibles. “Pondremos sobre la mesa temas que nos unen, en los que tenemos un interés común”, acotó.
El nuevo gabinete quiere asegurar la continuidad, tanto al principio como después de que finalice su mandato.
A decir de Ódor, los ministros tendrán “manos libres” para elegir a los secretarios de Estado. Por otro lado, cree que es importante elaborar un proyecto de Presupuesto Estatal que sea respetado por el futuro gobierno.