Los ministros de Interior de la UE llegan a un acuerdo sobre migración: los Estados pagarán 20.000 euros por cada migrante que se nieguen a acoger. Eslovaquia se abstuvo, aunque la propuesta no incluye cuotas obligatorias. Polonia y Hungría se opusieron. "Para Eslovaquia, algunas disposiciones siguen siendo difíciles de aceptar y políticamente insostenibles, entre otras cosas porque el mandato del actual gobierno, al que represento aquí, es limitado. Las modificaciones del texto tampoco nos facilitaron la situación, por eso nos abstuvimos en ambas propuestas", declaró en la reunión el ministro del Interior, Ivan Šimko. Su portavoz recordó que el ministro se abstuvo en la votación a pesar de que las propuestas no traspasaban la línea roja de Eslovaquia, que son las cuotas obligatorias para redistribuir a los inmigrantes. Añadió que ahora existe un consenso general en la UE sobre lo que Eslovaquia defendió desde el principio: que la admisión obligatoria de inmigrantes no es la solución a los flujos migratorios hacia la Unión. El Presidente del Parlamento, Boris Kollár, agradeció que el Ministro del Interior, Ivan Šimko, se hubiera abstenido en la votación sobre la propuesta de la reforma del asilo de la Unión Europea. En su opinión, se trata de un tema serio y debe decidirlo el nuevo gobierno que salga de las elecciones. Kollár afirmó que Eslovaquia es solidaria y ayuda a los refugiados. Señaló la asistencia a decenas de miles de refugiados de Ucrania tras el estallido de la guerra. "Eslovaquia es solidaria con los refugiados antes de la guerra, pero con todos mis respetos, ustedes no quieren que respetemos y quieren meter aquí a inmigrantes económicos", dijo. Se trata, dijo, de personas que "vagan" por los países y quieren ir allí donde puedan obtener mayores beneficios sociales. Kollár también criticó el hecho de que el Parlamento no había dispuesto de conocimiento de las negociaciones del Consejo de la UE. "El Parlamento debe dar su consentimiento en esos dictámenes al ministro", señaló hacia los órganos de la UE. Esto, dijo, ha creado nerviosismo en algunos partidos políticos. Cree que la abstención del ministro en la votación ha calmado la situación. El partido Por el Pueblo considera lamentable que el nuevo ministro del Interior y el Gobierno no hayan negociado una exención de las nuevas normas sobre política migratoria de la UE, como la República Checa, que no tiene que pagar nada porque acogió a refugiados de Ucrania. "No hay arte en abstenerse, pero sí en conseguir un buen acuerdo para Eslovaquia", afirmó en un comunicado.
Por el Pueblo rechaza tanto las cuotas obligatorias como una contribución obligatoria por no aceptar inmigrantes en Eslovaquia. El partido cree que es necesario cambiar el sistema actual, y aplaude el retorno más rápido de los migrantes si no se les concede asilo.