En lo que va de año, la policía ha registrado más de 8.600 migrantes ilegales que han cruzado las fronteras exteriores de Schengen y han llegado a Eslovaquia a través de Hungría. La mayoría (92%) son ciudadanos sirios. Los extranjeros no solicitan asilo aquí, se niegan a permanecer en el territorio de Eslovaquia e intentan llegar a países de Europa Occidental, informa la policía en la red social.
Los sirios no son expulsables según la legislación europea vigente porque su país de origen está en estado de guerra y no pueden ser devueltos allí. Los migrantes procedentes de Siria, Turquía y Afganistán intentan con más frecuencia cruzar ilegalmente las fronteras nacionales debido a la migración secundaria en la ruta de los Balcanes Occidentales, es decir, desde Hungría, a través de Eslovaquia. "Su ruta pasa por Hungría, principalmente desde el territorio de Serbia, en menor medida desde el territorio de Rumanía, a través de Eslovaquia hasta los países de destino, que son principalmente Alemania, Austria y los Países Bajos", ha declarado la policía. Todas las personas que han cruzado ilegalmente la frontera son controladas por la policía en los sistemas de información nacionales y europeos. "Además de éstos, también utilizamos otros mecanismos gracias a los cuales podemos identificar con fiabilidad su país de origen", señalaron.