La cumbre de la Alianza del Atlántico Norte celebrada en Vilna se centró principalmente en la protección de los intereses eslovacos en el flanco oriental de este bloque militar. Con estas palabras se expresaba la jefa de Estado eslovaca Zuzana Čaputová, tras su regreso al país.
Según Čaputová, la mayor parte del mundo democrático y económicamente más próspero, del que Eslovaquia forma parte, se encontró en ese evento de dos días en la capital lituana.
Recordó que, además de los 31 miembros de la Alianza, también Suecia, que pronto pasará a formar parte del bloque militar, y cuatro países de la región del Indo-Pacífico (Nueva Zelanda, Australia, Japón y Corea del Sur) estuvieron representados en este encuentro de alto nivel.
La cumbre de la OTAN, como señaló la presidenta, no pretendía decidir sobre la membresía de Ucrania en la Alianza, sino aumentar el nivel de cooperación práctica y política, concretamente en el formato del Consejo OTAN-Ucrania. “Ucrania se convertirá en parte de la OTAN cuando los países miembros de esta organización lo decidan y, una vez finalizada la guerra, se cumplan las condiciones necesarias”, agregó.
La presidenta recordó también que España anunció el envío de soldados a nuestro país el próximo año, como parte de la presencia militar avanzada de la Alianza.
En la cumbre, Eslovaquia confirmó su compromiso de destinar el 2 % del PIB a la defensa del país. Una conclusión importante, según Čaputová, fue la decisión de la OTAN de contar con una defensa aérea predecible y coordinada en el flanco este.
El evento sirvió de marco para que la jefa de Estado sostuviera negociaciones bilaterales con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, cuyo país es el séptimo inversor más importante en Eslovaquia, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con quien habló de la cooperación en el ámbito de las nuevas tecnologías, la transición verde y el uso de fuentes de energía renovables.