Eslovaquia sigue siendo uno de los líderes en la fabricación de coches

Eslovaquia sigue siendo uno de los líderes en la fabricación de coches

Eslovaquia es hoy uno de los líderes mundiales en la producción de automóviles, con una fabricación de, aproximadamente, 185 coches por cada 1.000 habitantes. Sin embargo, según informa el banco “Všeobecna úverová banka” en su boletín mensual correspondiente al pasado julio, las ventas de coches nuevos han ido disminuyendo desde el máximo habido históricamente en 2017. Su demanda se está viendo limitada por un crecimiento de los precios superior al de los ingresos, aunque también a causa de los cambios en el comportamiento de los consumidores y el rápido crecimiento de la cuota de mercado de los fabricantes chinos de automóviles. Según el informe, la industria automovilística es el sector más crucial de la economía eslovaca, ya que muchos puestos de trabajo están vinculados a ella, incluidos los de sus propios proveedores, la logística, la producción de piezas, así como los correspondientes a investigación y desarrollo. Según una estimación de la Asociación de la Industria del Automóvil de la República Eslovaca, esto supone un total de 261.000 empleados directos e indirectos, es decir, uno de cada diez trabajadores del país. Zdenko Štefanides y Michal Lehuta autores de la revista mensual y economistas de la VUB, afirman que “el sector representa la mitad de los ingresos de toda la industria y más de dos quintas partes de las exportaciones totales de mercancías. La República Eslovaca es hoy líder mundial relativo en producción de automóviles, con una producción aproximada de 185 coches por cada 1.000 habitantes. Esta cifra también está significativamente por encima de la alemana, donde la producción de coches por cada 1.000 habitantes es de unas 46 unidades. Con todo, ni después de seis años, las ventas mundiales de coches nuevos no han alcanzado las habidas en 2017. Según los autores, se han visto recortadas por la pandemia, los problemas de suministro, la escasez de chips, la inflación, la guerra y las sanciones a Rusia, la crisis energética, el aumento del teletrabajo domiciliario y la ralentización de las economías debido a la subida de los tipos de interés. "La feroz competencia asiática, la regulación climática y los retos de la transformación eléctrica se suman a los problemas de la importante industria centroeuropea", añaden los autores. Según los mismos, las ventas de coches no han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia por varias razones. "La primera y más significativa es la escasez mundial de semiconductores, especialmente chips, que también son muy utilizados por la industria automovilística. Su escasez ha provocado limitaciones en la producción y el suministro de vehículos nuevos", señalaban. Otra razón es el cambio en los hábitos de consumo provocado por la pandemia. Así, la menor demanda ha provocado que incluso la producción de la industria eslovaca siga por debajo de los niveles registrados en el segundo semestre de 2018. "El año pasado, igual que en años anteriores, los fabricantes de automóviles eslovacos produjeron “sólo” alrededor de un millón de vehículos y esperan una cifra similar para este año 2023. En 2022, produjeron un cinco por ciento menos de vehículos que el año 2021, cuando a su vez este número había aumentado un cuatro por ciento interanual en comparación con 2020", concluían los autores.

Hilari Ruiz de Gauna i Torres; Foto: TASR

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