Eslovaquia vive una temporada vinícola muy mala

Eslovaquia vive una temporada vinícola muy mala

Eslovaquia está viviendo una temporada vitivinícola como nunca antes. En las bodegas hay aún mucho vino de los años anteriores y los viñedos son entre un 30% y un 70% más pequeños de lo habitual. Un septiembre marcado por los récords de luz solar ha producido un vino de composición única. Sin embargo, un año tan extremo los viticultores no lo recuerdan. La economía de viñedos y bodegas se tambalea hasta sus cimientos, ya que los precios están lejos de cubrir los costes. Además, los eslovacos reducen cada vez más sus gastos. El consumo medio anual de vino ha caído de más de 13 litros a 11 litros per cápita, y no hay indicios de que se recupere. Si antes de la pandemia de Covid la gente no dudaba en pagar cinco euros por una botella de vino, ahora la mayoría de los clientes está dispuesta a pagar solo entre 3 y 3,50 euros, afirma Jaroslava Kaňuchová-Pátková de la Unión Eslovaca de Viticultores y Bodegueros. Añadió que las ventas de vino habían caído un 20% en las grandes bodegas y un 40% en las pequeñas empresas familiares. La crisis económica que azota Eslovaquia también ha sacudido a las empresas vitivinícolas consolidadas. Los vinos eslovacos ganan medallas de oro en prestigiosos concursos internacionales, pero este año en particular los bodegueros luchan por mantener la economía a flote. Los viticultores afirman que nunca habían sufrido una plaga de hongos en las vides de tal magnitud. El precio del kilo de uva ha caído a 40 céntimos y solo pocos bodegueros están dispuestos a pagar 70 céntimos. Las cadenas de supermercados, donde se vende la mayor parte del vino de consumo general, empujan a los proveedores de vino eslovaco de un evento a otro. "Hay una botella de vino en el mostrador por 3,40 euros. La vendes por 1,70 euros, que deberían cubrir el coste de la botella, la etiqueta, el tapón y el corcho. Simplemente no te es suficiente ese importe, hagas lo que hagas. Lo haces porque el vino nuevo está entrando en la bodega. Hay que liberarla. ¿Cuánto puedes ofrecer a un vinicultor por las uvas cuando no te queda prácticamente nada?", describe la situación el bodeguero, Kamil Boroš. Además, Eslovaquia tiene viñedos super envejecidos. Las plantaciones se ralean por la edad, las enfermedades y la disminución de los cuidados. Otro tema es que ya no queda nadie para trabajar en los viñedos.

Ladislava Hudzovičová; Foto: TASR

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