La exposición de cuerpos humanos en Bratislava continúa suscitando polémicas

El 13 de octubre se inauguró en Bratislava la exposición de cuerpos humanos muertos que lleva el nombre de "Body Worlds". Su autor es el controvertido médico y empresario alemán Günther von Hagens, que ha sido acusado en varias ocasiones de obtener ilegalmente los cuerpos que presenta en la exposición. Algunas fuentes dicen que muchos de ellos pertenecen a presos políticos chinos brutalmente asesinados de un tiro en la cabeza, o a personas sin hogar o a pacientes psiquiátricos de la Siberia rusa. Sin embargo, según los organizadores la exposición es plenamente digna, ética, educativa, beneficiosa para el público y legal. "Hemos tomado todas las medidas necesarias para garantizar que la exposición cumpla todos los requisitos éticos de dignidad en toda su extensión y se lleve a cabo de forma que cumpla la normativa internacional, regional y local", declaró Angelina Whalley, coorganizadora de la exposición, en respuesta a las críticas de varias organizaciones. Está de acuerdo en que todos los cuerpos merecen ser tratados con respeto después de la muerte. Señala que los cuerpos expuestos proceden exclusivamente de personas que han donado voluntariamente sus cuerpos al Instituto de Plastinación para este fin, preservándose plenamente su anonimato. Whalley subrayó que se trata de una exposición de base científica que pretende educar a un público lo más amplio posible sobre la anatomía y el funcionamiento del cuerpo humano. Varias organizaciones encabezadas por el movimiento cristianodemócrata eslovaco KDH han criticado la exposición por considerar que incumple la normativa ética y legal y han pedido a las autoridades competentes que aborden la situación. El Comisario de los Jóvenes, Jozef Mikloško, también considera inapropiada la exposición. La Oficina Regional de Salud Pública de Bratislava después de haber supervisado la exposición, declaró que el organizador de la misma había infringido la Ley sobre enterramientos, por lo que se le puede imponer una multa de entre 20.000 y 50.000 euros. Su desacuerdo con la muestra lo ha expresado también la comunidad de ciudadanos llamada "CitizenGo", que ha lanzado un llamamiento público en línea para poner fin a la exhibición poco ética de muertos y para enterrarlos con dignidad. Hasta este momento ha recogido más de 12.000 firmas.