En el marco de la misma, el gobierno prevé introducir a partir del próximo año un impuesto bancario extraordinario con una tasa del 30%, así como aumentar los impuestos al consumo de tabaco y bebidas alcohólicas. Así lo informó el ministro de Finanzas, Ladislav Kamenický, el lunes en rueda de prensa.
La tasa extraordinaria para los bancos y otras entidades autorizadas por el Banco Nacional de Eslovaquia (NBS) aportará 336 millones de euros al presupuesto estatal.
El gravamen bancario pasará a formar parte de la Ley sobre el Impuesto sobre Industrias Reguladas. Esto significa que no se pagaría con cargo al pasivo neto de patrimonio como en el pasado, sino con cargo al resultado económico.
Otra medida prevista a partir de principios de 2024 es un aumento del IVA sobre el alcohol en los restaurantes, lo que aportaría 27 millones de euros a las arcas del Estado.
A partir del 1 de febrero debería elevarse el impuesto especial sobre el tabaco, que ascenderá a unos 40 céntimos por cajetilla.
Kamenický anunció además la introducción del impuesto sobre la renta de personas físicas procedente de criptomonedas.
El Gobierno también prevé volver a la implementación del impuesto mínimo sobre la renta de las personas jurídicas, que aportaría 102 millones de euros, y extender la contribución solidaria de las actividades del sector del petróleo y del gas, de la que el ministro espera unos ingresos adicionales de 180 millones de euros.
El anteproyecto de Presupuesto Estatal será debatido en el seno del gobierno la próxima semana. Pero primeramente se deberá reunir la comisión tributaria del Ministerio de Finanzas, y la propuesta que apruebe deberá ser discutida por los agentes sociales.