La Confederación de Sindicatos (KOZ), la Asociación de Ciudades y Pueblos de Eslovaquia (ZMOS), así como la Asociación de Sindicatos Industriales y de Transporte (APZD) aprobaron, aunque con algunas objeciones, el anteproyecto de Presupuesto Estatal para el próximo año en la reunión de los agentes sociales celebrada el lunes. Los demás interlocutores sociales presentes no estuvieron de acuerdo con la propuesta, principalmente porque no tuvieron tiempo suficiente para discutirla y volver a consultarla. Así lo afirmó el ministro de Empleo, Asuntos Sociales y Familia, Erik Tomáš, tras salir del encuentro.
Sin embargo, en opinión del ministro, la presión de tiempo sobre el presupuesto no fue causada por el actual gobierno, sino por el anterior, que decidió retrasar la celebración de elecciones anticipadas.
En este contexto, el ministro de Finanzas, Ladislav Kamenický, subrayó que los agentes sociales fueron los primeros junto con él en recibir el proyecto final de presupuesto. También enfatizó en la necesidad de aprobarlo antes de fin de año.
Los sindicalistas han valorado positivamente el hecho de que el Estado no se encamina hacia un presupuesto provisional. "Apreciamos que el gobierno se haya inclinado por acercarse gradualmente a la consolidación de las finanzas públicas, como recomendábamos en respuesta a la propuesta de un presupuesto estatal equilibrado presentada por el gobierno anterior. Al mismo tiempo, apreciamos que la consolidación también se lleve a cabo en la parte de ingresos del presupuesto, que el gobierno haya decidido aumentar los impuestos que le venimos diciendo desde hace mucho tiempo", afirmó la presidenta de la Confederación de Sindicatos, Monika Uhlerová.
Los representantes de los empresarios critican, sobre todo, la falta de consolidación, así como el aumento de la carga fiscal y las tasas.
Las empresas también tienen reparos en cuanto al método de consolidación. "Se aplica principalmente en el ámbito de los ingresos, es decir, lo pagarán los empresarios junto con sus empleados", señaló el vicepresidente de la Asociación de Uniones y Confederaciones de Empleadores (AZZZ), Rastislav Machunka.
Los empresarios proponen eliminar el llamado bono parental, lo que permitiría recaudar tanto dinero como el aumento previsto de los impuestos sanitarios.