Miembros de la Cámara Eslovaca de Agricultura y Alimentación se han unido a las protestas a escala europea de agricultores, ganaderos y productores de alimentos. Quieren expresar su descontento con las decisiones de la Unión Europea. Hoy 4.000 agricultores con más de 2 200 equipos agrícolas han tomado las carreteras de primera, segunda y tercera clase de toda Eslovaquia. Los organizadores niegan que la protesta tenga motivaciones políticas. "Se trata de la mayor protesta agrícola desde la creación de la República Eslovaca. A menos que la Comisión Europea, la administración europea y los gobiernos, incluido el de Eslovaquia, hagan concesiones, estamos dispuestos a continuar las protestas", declaraba Emil Macho, presidente de la Cámara Eslovaca de Agricultura y Alimentación. Los agricultores exigen una solución urgente a cuatro puntos básicos. Entre ellos, la reducción de la burocracia y el replanteamiento de los objetivos ecológicos de la Unión Europea. "Son demasiado ambiciosos, poco realistas y no se nos han comunicado de ninguna manera", afirma Andrej Gajdoš, Vicepresidente de la Cámara Eslovaca de Agricultura y Alimentación. Otro punto es la revisión del comercio con terceros países, Ucrania o el mercado Mercosur. "Si no cumplen los mismos requisitos que nosotros, no tenemos ninguna posibilidad de competir con ellos", añadió Gajdoš. Los agricultores exigen también que se abonen cuanto antes las ayudas directas correspondientes a 2023. Las protestas recibieron también el apoyo de la Asociación Eslovaca de Panaderos, Confiteros y Pasteleros. No es posible que el sector agrícola sufra continuas restricciones sin soluciones y apoyo sistémicos. La burocracia procedente de la Unión Europea es tan opaca que ni siquiera los funcionarios o inspectores son capaces a menudo de controlarla, afirma la asociación. "Los panaderos, pasteleros y confiteros eslovacos apoyan las reivindicaciones de los agricultores eslovacos, por lo que han decidido celebrar hoy las mayores protestas del sector en la historia de la Eslovaquia independiente contra la política de Bruselas. En nuestra opinión, ésta se hace a menudo desde la mesa y en contra del sentido común", opina Milan Lapšanský, presidente de la junta directiva de la Asociación Eslovaca de Panaderos, Confiteros y Pasteleros.
Ésta critica la política de la UE que, en su opinión, en aras de la protección del medio ambiente está liquidando la producción de productos básicos para la alimentación en Europa y, por otro lado, en aras del fomento de las exportaciones de automóviles, quiere firmar acuerdos comerciales internacionales para la importación de alimentos y productos agrícolas de países donde está demostrado que se queman bosques a gran escala, se utiliza mano de obra infantil y no se respetan las normas ecológicas. "Y ello sin hablar del nivel de salud y seguridad de la producción local", añadió Lapšanský.