Según el Primer Ministro eslovaco, Robert Fico, la decisión del Gobierno checo no afectará a la política exterior soberana eslovaca. Así lo declaraba en respuesta a la cancelación de la reunión conjunta prevista de los Gobiernos checo y eslovaco. El motivo son las diferencias de opinión entre ambos gobiernos sobre la guerra en Ucrania. Según Fico, el Gobierno eslovaco observa que el Gabinete checo ha decidido poner en peligro las profundas relaciones checo-eslovacas. Sin embargo, como señaló, el Gobierno checo es bienvenido en Eslovaquia. La presidenta de la República Eslovaca, Zuzana Čaputová, declaró a este respecto: “Cuando debilitamos la política exterior en términos de valores, podemos perder amigos. Lamento que esto esté ocurriendo. Desde mi cargo, seguiré intentando fortalecer las relaciones entre Eslovaquia y la República Checa". Michal Šimečka, jefe del partido de oposición Eslovaquia Progresista, considera que la decisión del Gobierno checo confirma que se trata del peor momento en las relaciones bilaterales desde la creación de ambas repúblicas independientes. En este contexto, habla de una enorme vergüenza y de un daño a las relaciones mutuas. El Movimiento Cristiano Demócrata habla también de grave perjuicio para los intereses estatales en relación con la anunciada interrupción de las negociaciones entre los gobiernos checo y eslovaco. El politólogo Eduard Chmelár se opone diciendo: “Eslovaquia no ha hecho nada para provocar una reacción tan inadecuada, los políticos checos siempre han sido acogidos calurosa y respetuosamente“. Según el candidato presidencial, Ivan Korčok, el Gobierno eslovaco está llevando a Eslovaquia al aislamiento. "Se trata de un paso sin precedentes y la parte eslovaca es plenamente responsable del deterioro de las relaciones con la República Checa", declaró Korčok. Andrej Babiš, líder de ANO, el más importante partido de la oposición checa critica a Fiala por dicho paso. "Esto es política internacional, no un parvulario. Allí, quizá si alguien se porta mal, dejas de hablarle. Pero un Gobierno no debe comportarse como un niño pequeño. Si no está de acuerdo con las acciones del Gabinete eslovaco, razón de más para negociar con él y persuadirle de la necesidad de cambiar de postura", razonaba Babiš.
La decisión del Gobierno checo no afectará a la política exterior soberana de Eslovaquia
07. 03. 2024 14:00 | Tema del día
Mária Mangová; Foto: TASR