La adhesión de la República Eslovaca a la Alianza del Atlántico Norte representó un paso importante, que confirma su peso incluso hoy, junto con los conflictos que están teniendo lugar en Ucrania, Oriente Medio y el Norte de África. Así lo afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Juraj Blanár, con motivo del vigésimo aniversario de nuestro ingreso en la Alianza.
Eslovaquia se unió a la OTAN el 29 de marzo de 2004 junto con otros seis países europeos (Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania y Eslovenia).
“Al unirse a la Alianza hace dos décadas, Eslovaquia determinó su espacio vital y comprendió la importancia de la seguridad colectiva. Esta última representa una fuerte garantía de seguridad para nuestro país y es el tema principal incluso hoy en día, cuando muchos no consideran importante la palabra paz. Sin embargo, es necesario recordar que la OTAN es, ante todo, una organización de defensa y de paz", añadió Blanár.
El ministro señaló además la necesidad de tener una colaboración más estrecha y de cumplir con los compromisos contraídos, sobre todo en vista de los cambios en la arquitectura de seguridad global que existía hasta ahora.
La presidenta Zuzana Čaputová en el discurso pronunciado en la cena conmemorativa organizada la semana pasada en el Palacio Primacial de Bratislava consideró de gran importancia el hecho de que el país no sólo siga siendo un aliado en el papel, sino también un verdadero amigo en la práctica. “La OTAN somos nosotros y gracias a ella hoy gozamos de determinada seguridad. Ninguna otra alternativa nos protegería como nos protege la Alianza, donde realmente se cumple el lema “todos para uno y uno para todos", afirmó.
La jefa de Estado, al mismo tiempo, agradeció a todas las personas que contribuyeron a que Eslovaquia se convirtiera en miembro oficial de la Alianza y a los que dedicaron su vida profesional a la seguridad del país.
Peter Dubóczi, politólogo de la cátedra de ciencias políticas de la Facultad de Letras de la Universidad Pavel Jozef Šafárik de Košice, alega que una salida de Eslovaquia de la Alianza significaría la pérdida de las garantías de seguridad, de una voz en el ámbito internacional y, por otro lado, el país se vería obligado a depender de sus propias Fuerzas Armadas.
El politólogo del Instituto de Ciencias Políticas adjunto a la Academia de Ciencias de Eslovaquia, Juraj Marušiak, agrega que el proceso de integración en la OTAN contribuyó a una mejor integración en la Unión Europea. “Los beneficios de ser miembro de la OTAN son menos visibles que los beneficios de ser miembro de la UE; esta es también una de las muchas razones del menor apoyo a la OTAN", destacó Marušiak.