La ayuda estatal que el Gobierno eslovaco prevé otorgar a la compañía Volvo Cars se ajusta a las normas de la Unión Europea. Así lo informaron este lunes fuentes de la Comisión Europea al referirse al proyecto sueco para la producción de vehículos eléctricos en el Este de Eslovaquia.
Las autoridades eslovacas informaron a la Comisión Europea acerca de su plan de conceder 267 millones de euros para apoyar a Volvo Cars en la construcción de una nueva planta de producción de vehículos eléctricos. La ayuda estatal se realizará en forma de subvenciones directas. Por su parte, Volvo Cars desembolsará 1.200 millones de euros en el proyecto.
Se espera que la planta en la primera fase tenga una capacidad de producción de 250.000 vehículos eléctricos al año y que el proyecto genere al menos 3.300 puestos de trabajo directos y otros cientos de puestos indirectos.
La Comisión valora positivamente el hecho de que el proyecto será climáticamente neutro desde el mismo inicio y sólo está orientado a la fabricación de coches eléctricos.
La planta de producción estará en Valaliki, una zona que puede recibir ayudas regionales desde el punto de vista de la legislación de la UE. La zona se identifica como territorio del Fondo de Transición Justa, es decir, como una zona afectada negativamente por la transición a la neutralidad climática.
El ejecutivo comunitario afirmó que la ayuda del gobierno eslovaco contribuirá a la creación de empleo, al desarrollo económico y a la competitividad de la zona desfavorecida.
Al mismo tiempo, la ayuda estatal es adecuada, se limita al mínimo necesario para iniciar la inversión y no excederá el importe máximo permitido de ayuda para el proyecto calculado en base al mapa eslovaco de ayudas regionales.
En septiembre de 2021, la Comisión Europea aprobó el mapa de ayudas regionales de Eslovaquia para el período 2022-2027.