Después de 20 años en la Unión Europea, los eslovacos son mucho más ricos

Después de 20 años en la Unión Europea, los eslovacos son mucho más ricos

Desde el ingreso de Eslovaquia en la Unión Europea en mayo de 2004 han transcurrido ya dos décadas. Hoy en día el país es más rico, el nivel de vida de sus habitantes es más alto y el nivel de pobreza de las personas más necesitadas está disminuyendo. La ola de inversiones extranjeras apoyó la creación de nuevos puestos de empleo y atrajo a la economía eslovaca hacia un comercio internacional intenso, del que todavía nos estamos beneficiando. Por otro lado, los pagos directos de la UE, que fluyeron hacia la economía, sirvieron para apoyar cientos de proyectos en transporte, educación, atención sanitaria, investigación, agricultura y en el ámbito de la transformación medioambiental y digital de regiones, empresas y hogares.

Eslovaquia es receptor neto de fondos de la UE, lo que dicho de otra manera significa que recibe muchos más recursos del fondo común que los que aporta. Por concepto de pagos directos, según el banco central, el país recibió entre 2004 y 2022 casi 4.500 euros por habitante.

Atendiendo al hecho de que nueve de cada diez hogares eslovacos tienen la vivienda en propiedad, la mayor parte de la riqueza del país se compone de bienes inmuebles. El precio de mercado de las casas y apartamentos, junto con otros activos, ha aumentado notablemente. Cuando Eslovaquia entró en la UE, el metro cuadrado costaba una media de 954 euros. Hoy está en oferta por 2400 euros.

Aunque los bienes raíces representan alrededor del 80 % de los activos totales, pocos hogares se benefician del crecimiento de los precios inmobiliarios.

Los ingresos totales procedentes del empleo, la actividad empresarial, el alquiler y otras fuentes, después del pago de impuestos y gravámenes se han triplicado en 20 años. Los residentes de los países que ingresaron a la Unión conjuntamente con Eslovaquia han mejorado incluso mucho más. Los Estados bálticos comenzaron con ingresos per cápita más bajos y, en la actualidad, alcanzan 5 veces el nivel inicial. En comparación con el resto de la UE, los ingresos netos de Eslovaquia califican entre los más bajos.

Si bien hace 20 años el ingreso neto per cápita representaba el 25 % del nivel alemán, hoy en día ha ascendido al 39 %, según los datos de Eurostat.

El crecimiento de la renta no ha empeorado la desigualdad de ingresos entre las personas. En el momento de la adhesión a la Unión, las diferencias de ingresos de los eslovacos figuraban entre las más bajas de Europa, y esto sigue siendo así dos décadas después. La situación puede ser diferente en el caso de la desigualdad de propiedad.

Parte del aumento de los ingresos se ha visto recortado por la inflación. Los precios al consumidor son casi un 80 % más altos que en 2004. Los alimentos y la vivienda, incluidos el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles, son el doble de caros. Los servicios de restauración, hotelería y educación también encarecieron, mientras que los artículos electrónicos, la ropa y el calzado se hicieron más baratos.

Los ingresos, precios y hábitos de consumo de una sociedad digitalizada, pero también envejecida han cambiado en un entorno de oferta cada vez mayor de bienes y servicios innovadores. Según las valoraciones de las propias familias, la carga económica sobre sus bolsillos se ha aliviado significativamente.
José Portuondo; Foto: TASR

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