Los estados de la coalición anti-hitleriana conmemoran el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa el 8 de mayo de cada año como Día de la Victoria sobre el Fascismo, aunque en los países de habla inglesa también se le conoce como Victoria en Europa.
Al conmemorarlo, rinden homenaje a los más de 50 millones de personas que perdieron la vida durante casi seis años de contienda bélica. Por el número de víctimas y su crueldad, se convirtió en la mayor tragedia de la historia de la humanidad. En Eslovaquia, el 8 de mayo es día de fiesta. Así lo determinaron los diputados al Parlamento nacional en junio de 1996.
La Segunda Guerra Mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939 con el ataque de las tropas de la Alemania nazi a Polonia. Un total de 62 estados, en los que vivía el 80 % de la población mundial en ese momento, se fueron sumando gradualmente a la guerra. La actividad de combate directo afectó al territorio de 40 países. Se combatió en Europa, el norte de África, el Atlántico, Oceanía y en el sur y el sudeste de Asia. Alrededor de 110 millones de personas se alistaron en los ejércitos de los países en guerra.
En esta guerra, la diferencia entre la retaguardia y el frente quedó prácticamente borrada. La mayor influencia en esto lo tuvo el despliegue masivo de aviones bombarderos, que atacaron no solo fábricas enemigas, redes de comunicación, presas, centrales eléctricas u otros objetos de importancia militar, sino también las casas de los trabajadores.
La capitulación se firmó la noche del 8 al 9 de mayo de 1945 en Berlín. Por Alemania firmaron el acta final de rendición Wilhelm Keitel, Hans-Georg von Freiburg, Hans-Jürgen Stumpff y por la victoriosa coalición antifascista, Georgy Konstantinovich Zhukov (URSS), Carl Andrew Spaatz (EE.UU.), Arthur Tedder (Reino Unido) y Jean de Lattre de Tassigny (Francia).
La Segunda Guerra Mundial en Europa terminó oficialmente el 8 de mayo de 1945 a las 23:01 horas. En la Unión Soviética, sin embargo, debido a la diferencia de hora, ya era pasada la medianoche, por lo que el 9 de mayo fue declarado Día de la Victoria.
La participación de los eslovacos en la resistencia antifascista checoslovaca durante la Segunda Guerra Mundial tiene un lugar especial e irremplazable en la historia moderna de nuestro país. "La lucha de liberación nacional durante los años de la Segunda Guerra Mundial moldeó el carácter, el pensamiento y las acciones de sus participantes e influyó en la vida de las generaciones posteriores, para quienes se convirtió en una fuente permanente de instrucción, orgullo y patriotismo", subrayó Peter Šumichrast, subdirector del Instituto Histórico Militar (VHÚ).
Según datos del VHÚ, la cifra total de pérdidas humanas estuvo entre 350.000 y 360.000. Cerca 235.000 personas murieron en campos de concentración, de las cuales 149.000 eran de origen judío. Sin embargo, por los campos de concentración pasaron alrededor de 350.000 personas. Durante las represalias y la persecución de los partisanos, más de 100 aldeas fueron incendiadas en Eslovaquia.