Hoy se conmemora el Día de Recuerdo a las Victimas del Régimen Comunista

Hoy 24 de junio, se conmemora en Eslovaquia el Día de Recuerdo a las Víctimas del Régimen Comunista. Esta fecha está relacionada con el preso político y disidente Silvester Krčméry, que ante un tribunal de la ciudad de Trenčín pronunció, el 24 de junio de 1954, estas palabras: “Ustedes tienen el poder en sus manos, pero nosotros tenemos la razón”. Así, el 3 de noviembre de 2020 el parlamento eslovaco aprobaba una modificación a la Ley sobre fiestas nacionales, días de descanso y días conmemorativos que decretaba la festividad de hoy. Los promotores del proyecto de enmienda señalaron que entre 1948 y 1989 más de 70.000 personas fueron condenadas y encarceladas en Eslovaquia por motivos políticos. El régimen impuso sentencias de muerte a cincuenta personas, más de 13.000 ciudadanos fueron sometidos a trabajos forzados y casi 5.000 religiosos fueron internados. Según la Unión de Resistencia Anticomunista hay muchas fechas en el calendario que hablan de la brutalidad del régimen, pero también de levantamientos espontáneos contra el régimen totalitario. El preso político, disidente católico y médico, Silvester Krčmery fue uno de los brutalmente torturados y encarcelados que no traicionaron sus principios ni siquiera bajo la presión del poder, que lo culpabilizaba de organizar comunidades religiosas entre la gente, sin enfoque político. Perseguido por sus actividades religiosas, fue arrestado a finales de 1951 y acusado de traición, y sometido a torturas físicas y mentales que, con todo, no quebraron sus convicciones. En 1954, el tribunal militar de Trenčín condenó a Krčmery a prisión, en la que permaneció un total de 13 años, dos meses y 18 días, de los cuales pasó diez años en cárceles diversas y campos de trabajo. Krčmery finalizó su alegato final ante el tribunal que lo juzgaba con las siguientes palabras: “Ustedes tienen el poder en sus manos, pero nosotros tenemos la razón. No envidiamos ese poder y no lo deseamos, con la verdad es suficiente. ¡Porque es más grande y fuerte que el poder!”. Esta defensa fue uno de los testimonios más impresionantes de fe y de la llamada libertad de consciencia habida tras el telón de acero. Krčmery consiguió anular la condena sufrida tras la caída del régimen comunista. En 1990 fue rehabilitado por el mismo tribunal militar de Trenčín que lo había condenado de forma ilegal, por lo que se le hizo justicia treinta y seis años después de la sentencia recibida.