Después de doce años de funcionamiento, la Agencia Nacional de Lucha contra el Crimen (NAKA) finalizó el pasado día 31 de agosto. Así pues, el 1 de septiembre surgieron en su lugar tres nuevos departamentos que, según el presidente del Cuerpo Nacional de la Policía, Ľubomír Solák, deberían funcionar de forma más eficiente: la Oficina para la Lucha contra el Crimen Organizado (ÚBOK), la Unidad Nacional Antidrogas y el Mando Antiterrorista. Cada uno de ellos tendrá tres divisiones: Oeste, Centro y Este.
La Oficina para la Lucha contra el Crimen Organizado (ÚBOK) estará dirigida por Maroš Kubala e incluirá una unidad contra el crimen, una unidad anticorrupción, una unidad de policía financiera, una unidad de investigación financiera y actividades analíticas y un departamento de apoyo a la gestión.
Según Solák, el número de agentes que investigan casos en la Fiscalía Europea seguirá siendo el mismo. La naturaleza de su trabajo tampoco cambiará.
La dirección de la Policía afirmó que la reorganización por ahora no afectará al Centro Nacional para Tipos Especiales de Delitos (NCODK). Por tanto, los cambios no afectarán la actividad de la policía medioambiental. Sin embargo, la reorganización tendrá una segunda fase. El Centro Nacional para Tipos Especiales de Delitos también debería reformarse en el futuro.
El traslado a las oficinas de la Policía regionales y de distrito afectará a unos 100 agentes que pertenecían a la agencia NAKA.
El presidente de la Policía declaró que el objetivo de la reorganización es la distribución más eficiente de las fuerzas de la Policía.
Como parte de la primera fase de la reorganización, se creó un nuevo cargo de vicepresidente de orden interno y seguridad, que lo ocupa Rastislav Polakovič desde el 1 de mayo.
