Las unidades especiales del Cuerpo Nacional de la Policía de la República Eslovaca han llevado a cabo ya la tercera redada en un sitio de ocio nocturno en la capital eslovaca Bratislava y personas involucradas en este segmento de la cultura eslovaca comienzan a preguntarse, si este tipo de invervenciones son realmente necesarias. La última redada policial ocurrió en el club Wax2, en pleno centro de nuestra capital, y los visitantes que estaban en el sitio durante esa noche describen la experiencia vivida de muy mala, incluso traumatizante. Testimonios muy similares también han sido brindados por visitantes de otros dos sitios donde ha intervenido la Policía en horas nocturnas, por ejemplo, en los clubes Alchymista y Kácečko. Los testimonios de diversas personas revelan que los miembros de las unidades policiales se comportaban muy mal, incluso con brutalidad, hacían comentarios inapropiados, acosaban sexualmente a muchachas y limitaban la libertad de los visitantes sin ningún tipo de argumento relevante. El ministro eslovaco del Interior Matúš Šutaj Eštok defiende estas operaciones policiales, destacando que la policía ha encontrado drogas en esos sitios. A decir de Eštok, la Policía eslovaca continuará realizando estas operaciones tanto en locales nocturnos como en escuelas. El acalde de Bratislava Matúš Vallo y la iniciativa cívica Cultura Abierta afirman, que se trata de una demostración de fuerza. Vallo ya ha confirmado que pedirá explicaciones de los órganos y personas competentes. Los propietarios de los clubes afectados también critican dicha actuación policial y reclaman sus pérdidas económicas y una mala fama obtenida ahora por promotores extranjeros. Por ejemplo, visitantes holandeses que estaban en uno de esos sitios, según sus propias palabras, quedaron atemorizados, incluso indignados por esta experiencia. Según sus declaraciones, en Holanda ocurren este tipo de intervenciones exclusivamente en caso de búsqueda de una persona muy peligrosa, un terrorista o un narcotraficante. Jakub Popík, experto en política de drogas de la Academia Eslovaca de Ciencias destaca que las redadas son ineficaces y solamente traumatizan a personas inocentes. A decir de Popík, si alguien consume droga no quiere decir que es una persona sin derechos y la Policía no puede violar los derechos de esa persona. Según sus palabras, él mismo ve las redadas policiales como una forma de acoso y una decisión política.
¿Amenaza la Policía el ocio nocturno en la capital eslovaca?
04. 10. 2024 14:03 | Tema del día
Peter Sabaček Foto: TASR