Los firmantes de la “Carta 77” critican a Fico por sus duras medidas represivas

Los firmantes eslovacos de la llamada “Carta 77” han escrito una carta abierta al premier Robert Fico (Smer-SSD), en la cual le critican por sus duras medidas represivas dirigidas contra medios de comunicación, la justicia o contra el líder de Eslovaquia Progresista Michal Šimečka (PS). Acorde con el contenido del documento, el premier eslovaco amenaza el Estado de derecho, y la situación actual en nuestro país se parece mucho a las medidas aprobadas en la Rusia de Putin. Tal y como escriben en la carta abierta, los representantes de la “Carta 77” de Eslovaquia están preocupados especialmente por los hechos y las medidas dirigidas contra Michal Šimečka, representante del movimiento social y liberal Eslovaquia Progresista. Según sus declaraciones, estas intervenciones solamente confirman la desobediencia y la ignorancia de la democracia parlamentaria y nos dirigen hacia un gobierno no democrático, de un solo partido, es decir, hacia la situación que tuvimos en el país entre los años 1948 y 1989, un período sin libertad, durante el gobierno totalitario del partido comunista. A decir de los representantes de la “Carta 77”, el premier eslovaco de esta manera vulnera los derechos humanos fundamentales y la democracia en nuestro país. Los firmantes de la “Carta 77” destacan en su comunicado que el jefe de gobierno eslovaco amenaza con sus hechos las garantías jurídicas de los ciudadanos de un Estado de derecho. Según sus declaraciones, la obligación de un Estado de derecho es castigar todos los delitos, sin tener en cuenta quién o cuándo los comete y proteger la vida, la salud y la propiedad de todos los ciudadanos. A decir de este grupo, el gobierno debería respetar los principios democráticos, no poner en duda nuestra posición en materia de política exterior y ejercer el poder en beneficio de todos los ciudadanos y no sólo de algunos preferidos. La “Carta 77” fue una declaración que pedía a los dirigentes comunistas de Checoslovaquia adherirse no solo a sus propias leyes, sino también a los derechos humanos plasmados en los Acuerdos de Helsinki, de los que Checoslovaquia era signataria. Los firmantes eslovacos de la “Carta 77” le recuerdan a Fico que el bien de las cosas públicas debería representar la ley suprema y esperan que éstas palabras le sirvan de inspiración y motivación para sus decisiones políticas.