Trenčín – el castillo y la casa del verdugo

Trenčín – el castillo y la casa del verdugo
El castillo de Trenčín se erige sobre un promontorio rocoso de la montaña Považský Inovec, a la orilla de un importantísimo río, el río Váh. La historia vital del peñasco data del periodo del Imperio Romano, lo cual queda confirmado con una inscripción en la roca, hecha por los soldados romanos, testimonio escrito de la victoria de la II. legión romana sobre el ejército teutón, que tuvo lugar cerca de la ciudad Laugaricio en el año 179.

El castillo, como ya fortaleza del imperio aparece en las fuentes históricas del siglo XI como castrum Trincinensis. En el siglo XIII perteneció al palatino Matúš Čák, un oligarca de cierta importancia, que fue propietario de un vasto territorio y que llegó a ser el legendario "dueño del Váh y de los Tatras". De sus numerosas obras arquitectónicas ha quedado conservada hasta hoy una construcción prevaleciente - la torre de Matúš Čák. En los siguientes siglos pasó a manos de los reyes Luis de Anjou y Sigismundo de Luxemburgo, que se lo regaló a su esposa Bárbara. La posición estratégica ocasionó al castillo momentos difíciles. En el siglo XV tuvo que hacer frente a los ataques de los "husitas" y, en el siglo posterior, a los ejércitos otomanos. En ese tiempo lo adquirió Štefan Zápoľský, gracias a él, llegó a ser uno de los castillos más grandes de la región, junto a los de Spiš y Devín. Los arquitectos construyeron aquí, según los proyectos de los italianos, una artillería para su defensa en forma de estrella y cambiaron las torres góticas por torres renacentistas. En el año 1790 el castillo de Trenčín se vio amenazado por un incendio que asoló toda la ciudad, pero en corto período fue reconstruido. Nosotros ahora entramos en este castillo para descubrir los espacios más interesantes que hay en él. Nos acompaña el guía Vladimír Pinďák.

Nos encontramos en un dormitorio de la reina Bárbara de Celje, que en el siglo XV fue la dueña del castillo de Trenčín. Bárbara de Celje fue una noble húngara de origen esloveno, Reina consorte de Hungría y posteriormente Emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano, reina de Alemania y de Bohemia. Era la hija de Armando II, conde de Celje, y de su esposa Ana de Schaunberg. Además de éste, Bárbara poseía otros 29 castillos, todas las ciudades mineras del Imperio Austro Húngaro y cerca de 400 pueblos.

El famoso dormitorio de la reina Bárbara también estaba conectado con el mundo exterior a través de varias galerías subterráneas.

Ahora estamos entrando en las galerías subterráneas del palacio de la Reina Bárbara. Se decía que por estas galerías venían sus amantes pero, con mucha probabilidad se trató de puras calumnias.

Tengo entendido que las galerías subterráneas no están abiertas para los turistas durante todo el año, es cierto?

No, éstas sólo se pueden ver en ocasiones especiales como son, por ejemplo, las visitas nocturnas del castillo. De noche el ambiente subterráneo es más horroroso, y además está completado por varias excavaciones del antiguo cementerio que se encontraba bajo el castillo. Y puesto que estas salas subterráneas están llenas de lápidas las llamamos también Lapidárium.

Visitando el castillo de Trenčín pueden admirar varias exposiciones del Museo de Trenčín: Justicia feudal, pozo del castillo, Museo lapidario, armas históricas, Blasones y escudos, una exposición heráldica. También hay que recordar que el castillo de Trenčín forma parte del patrimonio cultural nacional. Pero ahora haremos algunos pasos saliendo del castillo para visitar la casa antigua del verdugo municipal. Esta vez estaremos acompañados de la guía Jitka Šišlíková.

En la planta baja de la casa del verdugo están la cárcel y la cámara de tortura, es decir, que en este lugar murieron muchas personas. Aquí tenemos la exposición de las espadas municipales, que fueron no tenían filo, obviamente para causar más dolor durante la decapitación. Sin embargo, el verdugo tenía una espada afilada para los que le pagaran.

Esta es una mesa de tortura que data del siglo XIX, tiene ruedas porque servía también para las torturas realizadas en las plazas, ante los ojos de los habitantes de la ciudad.

Este es un tronco de madera que servía para torturar a dos personas al mismo tiempo. Bien fijadas en una horca se les levantaba en el aire y por debajo se les quemaba los pies con los palos encendidos. En la mayoría de los casos se trataba de crímenes o delitos menores, como por ejemplo, era el de calumnia. Los condenados permanecían en la horca de la plaza durante dos tres días y la gente les tiraba las piedras.

Aparte de las explicaciones de los métodos de tortura pedimos a la guía que nos contara alguna de las numerosas leyendas sobre los verdugos de Trenčín.

Una leyenda dice que cuando los otomanes invadieron el castillo de Trenčín prendieron fuego a varios pueblos colindantes. En uno de los pueblos de Trenčín el único que llegó a salvarse fue un hombre cuyo hijo que tenía un año, y a éste los otomanes lo capturaron y se lo llevaron consigo. Después de algunos años el hombre se convirtió en el verdugo del pueblo. Después de cerca de 20 años los otomanes volvieron a atacar el mismo pueblo, pero esta vez perdieron y los que no murieron durante la batalla fueron encarcelados y ejecutados. Y el verdugo, mientras decapitaba a los turcos, notó en el cuello de un joven un antojo muy raro y, gracias a esto, reconoció a su hijo.

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Galéria

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Ladislava Hudzovičová

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