En los siglos XVI y XVII la ciudad de Banská Štiavnica y sus alrededores tuvieron que defenderse de numerosas invasiones de tropas otomanas. Hay que recordar que en aquel entonces esta zona minera, gracias a la extracción de oro y de argento, estaba entre las regiones más ricas del Imperio Austro Húngaro. El bastión situado en el pueblo de Štiavnické Bane que, gracias a su posición estratégica, ayudaba a defender no solo el pueblo, sino todo el territorio desempeñaba un papel importante. Dicho bastión ha sido recientemente reconstruido y con su primera temporada turística que se inaugurará en próximos días empezará a servir de museo y de observatorio astronómico. El observatorio llevará el nombre de Maximilian Hell, científico que nació justamente en la población de Štiavnické Bane. Empezamos nuestra visita al bastión con la gerente de comunicación del proyecto de reconstrucción, Andrea Wallnerová.
En los os espacios de la planta baja del bastión hemos instalado una parte de la documentación que describe las singularidades de esta población. Por ejemplo, la existencia de un antiguo taller para la talla de madera que fue inaugurado en 1878 como primero de su tipo en el territorio eslovaco. En 1900 este taller obtuvo el premio Grand Prix en Paris. Luego se expone aquí información referente a la existencia de la Oficina Geológica de Mediciones Mineras o la información sobre la producción de los sistemas de ventilación para las minas. Una atención particular merece la existencia de una de las primeras escuelas de Minería que fue abierta aquí en 1735, también estuvo en nuestro pueblo el primer hospital minero, luego había una fábrica que producía cuerdas de acero... etc. Hay también un montón de objetos y artefactos que han sido donados por los habitantes de pueblo y que documentan la historia minera de este lugar. Una parte de la exposición está dedicada a las excavaciones arqueológicas realizadas durante la construcción de las minas y también hay documentos que testimonian la presencia del astrónomo, matemático y físico, Maximilián Hell que nació en nuestro pueblo y pasó aquí su juventud frecuentando la escuela local.
Y ahora, acompañados de la jefa del proyecto de reconstrucción Janetta Hudecová, subimos a la primera y a la segunda planta del bastión donde se halla la exposición dedicada a Maximilián Hell.
Para resistir los ataques de los otomanos las paredes del bastión tenía que ser muy gruesas, fueron construidas de piedra de cantera que se explotaba aquí durante la construcción de las minas. El ancho promedio de las paredes es 80 cm.
Tuvo que ser bastante fatigoso realizar en breve tiempo un proyecto tan complejo.
Fue justamente su ubicación la complicación más grande que tuvimos que afrontar durante la reconstrucción del bastión. Éste se sitúa muy lejos de la carretera, está rodeado de bosques y además, en un terreno muy escarpado. Es decir, cada vez que los albañiles, los restauradores y artistas querían llegar al bastión, tenían que superar un acceso muy difícil. Incluso tuvimos que construir una carretera provisoria.
¿Y, a pesar de todo ello, salió todo bien? ¿Según sus planes?
Originalmente quisimos terminar los trabajos e inaugurar el bastión en septiembre de 2016. Sin embargo, cuando comenzaron las labores, excavando la tierra descubrimos un sótano medieval que durante mucho tiempo probablemente debió servir también de bodega. Así pues, tuvimos que posponer la fecha de terminación. Pero no nos quejamos, todo lo contrario, con este descubrimiento hemos adquirido una preciosa habitación más. Ahora nos queda solo creer que en la población de Štiavnické Bane se encontrará gente justa que sabrá obtener beneficios de este bastión, difundiendo la información sobre él y organizando en él eventos culturales.
¿Y habrá algún recuerdo interesante de Maximilián Hell? ¿Habrá un observatorio?
Dado que la construcción y la localización del bastión cumplen todos los requisitos de un observatorio, en el marco de la reconstrucción encontramos medios financieros para comprar un telescopio con el que, además de observar las estrellas, podemos ver todos los monumentos históricos y lugares de interés geográfico que están situados en los alrededores. Por ejemplo, la montaña de Sitno.
El destino del observatorio nos explica nuevamente Andrea Wallnerová.
Subimos a otra planta más, a la segunda, donde está dibujado el sistema solar. Esta planta está del todo destinada a la observación. Aquí nos gustaría acoger sobre todo a las excursiones escolares y otra clientela infantil interesada en conocer el cosmos.
Y ahora bajamos a la bodega donde quizás pudiéramos encontrar alguna botella de vino viejo, vino de archivo. Continúa Janetta Hudecová.
Sí, nosotros cuando descubrimos la bodega también pensamos en ello. Sin embargo, la bodega fue construida como una especie de refugio para el personal militar que protegía el bastión. Varias excavaciones demuestran que fue construida en el período renacentista, en el siglo XVII. El bastión fue construido encima de una colina, en una posición estratégica. Justamente para poder comunicar con la montaña de Sitno, donde había la base de la cual con un humo gigantesco, se daba la voz de alarma cuando se acercaban los turcos. La señal de alerta se transmitía hasta la ciudad de Krupina y también a las poblaciones situadas al sur de Sitno. En aquel entonces no había móviles, ni teléfonos, pero la gente igualmente se comunicaba a distancia.
Y finalmente hay que recordar a quién tenemos que agradecer la realización del proyecto de reconstrucción del bastión renacentista de Štiavnické Bane.
La reconstrucción, que incluye las ventanas nuevas, el techo nuevo, la red eléctrica, todas las puertas, el camino de acceso, las tablas informativas etc., ha sido financiada con recursos procedentes de los fondos noruegos, que nos ofrecieron 320 mil euros.
Bastión de Štiavnické Bane
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