El norte de Eslovaquia, la montaña de Babia hora, la localidad del Agua salada con fuentes altamente mineralizadas, las turberas forestales, la casa del guardabosque de Hviezdoslav o la fuente de yodo y bromo. Estas y muchas más atracciones son algunas de las cosas que podemos ver si visitamos el pueblo de Oravská Polhora, situado en la región de Orava y que es la población más norteña del país. Una singularidad que ofrece esta población son los tremedales o turberas que representan biotopos muy preciosos. Dos de los pocos que se han conservado en Eslovaquia se hallan justamente en esta región del Alto Orava. Para descubrir más detalles al respecto entrevistamos al director del Área Protegido Natural de Alto Orava, Dušan Karásek.
Tremedales o turberas son considerados restos o monumentos de la edad de hielo, es decir, la mayoría de ellos tendrá más o menos 10 mil años. ¿Cómo que han llegado a ser tan preciosos y tan amenazados?
Una parte de los tremedales ha sido drenada, otra ha tenido que ceder espacio a las construcciones y la tercera más ha sido muy explotada. Entonces de su superficie original ya queda muy poco. Prácticamente, en Eslovaquia no encontrarán un tremedal que esté en condiciones ideales o que no tenga que enfrentarse a la lucha por la sobrevivencia. Por ejemplo, también en nuestra región, cerca de la ciudad de Námestovo, hay un tremedal muy bonito que tiene 15 hectáreas y que poco a poco se está secando y está cubierto de hierba.
Los tremedales o turberas se consideran también bancos de pólenes o archivos de la naturaleza. ¿Qué papel desempeñan en la actualidad, continúan siendo útiles?
La mayoría de la gente cree que los pantanos y tremedales son malos, peligrosos y poco útiles, que no representan ningún beneficio para el hombre. Sabemos que eso no es verdad. Los humedales, pantanos y tremedales forman parte importante de la naturaleza, dado que influyen en el régimen del agua. El tremedal, por ejemplo, funciona como una esponja que absorbe el agua y luego se comporta como un embalse, liberando el agua gradualmente. Los tremedales grandes influyen también en el clima, deteniendo el calor durante el invierno y desprendiendo frío durante el verano.
Con el objetivo de concienciar a la gente, los protectores del medio ambiente han posibilitado el acceso a dos de las localidades de tremedales, la de Oravice y la de Slaná Voda (el Agua salada). Con un millón de euros provenientes de los fondos europeos han construido varios puentes de madera, que alcanzan en total 4 km de longitud. Todo ello para que los visitantes puedan pasar por encima de estos tremedales y admirarlos desde arriba.
Sí, tenemos un tremedal que se llama Peciská y está en la localidad de Oravice, allí hemos construido un sendero de cientos de metros, con paneles informativos. Los visitantes también pueden recibir una guía informativa. El otro tremedal empieza detrás de la localidad recreativa de Slaná Voda, pasa por el pueblo de Oravská Polhora y termina en la montaña de Babia Hora. En la localidad de Slaná Voda, al igual que en el caso de Oravice, hemos instalado un sendero didáctico donde la gente puede encontrar toda la información relacionada con este tremedal, incluidos los valores físicos y otros detalles científicos.
Los puentes de madera protegen tanto a los turistas como a los propios tremedales. Y sobre todo, ofrecen la única posibilidad de observar los tremedales o turberas desde arriba y en el mismo tiempo de cerca. Es decir, el visitante puede conocer un biotopo muy raro y muy precioso de manera legal y segura. El proyecto lleva ya su tercera temporada. ¿Cómo evalúan ustedes el interés de parte del público?
Puesto que en los dos senderos hemos instalado contadores automáticos, sabemos que ambos han sido visitados por miles de personas. Lo que me da mucha satisfacción es el hecho de que continúan viniendo muchos turistas y estudiantes y, creo que poco a poco la gente empieza a entender lo que significa un tremedal y sobre todo, qué valor tiene para la sociedad. La gente empieza a entender que los tremedales representan un patrimonio natural y que podemos estar orgullosos de tener algunos a disposición. Podemos conservar estos monumentos naturales y presentarlos conjuntamente con los monumentos culturales y las personalidades ilustres del país.
La localidad de Oravská Polhora conocida como Slaná voda -Agua salada- lleva ese nombre porque allí justamente se encuentran las fuentes de agua salada. Estas fuentes contienen la mayor cantidad de minerales de entre todas las que existen en Europa central. Las gaitas de Oravská Polhora están inscritas en el listado del Patrimonio Cultural de la UNESCO. Otra cosa que esta región ofrece al visitante son numerosas bellezas naturales como son, por ejemplo, muchos senderos turísticos y rutas ciclistas o los llamados "tajchy", que son estanques mineros que en el pasado servían para el transporte de la madera.
Tremedales de Orava
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