De los éxitos que continúan obteniendo los vinos eslovacos en el mundo ya les he hablado en varias ocasiones. Sin embargo, con la mejora de la calidad del vino aumenta también el número de expertos en vino, tanto enólogos como sumilleres. Un sumiller, a diferencia de un enólogo, tiene que analizar los vinos desde la perspectiva del consumidor, de una manera objetiva, y sugerir a la clientela de los grandes restaurantes el vino apropiado para una ocasión determinada. Entonces, para demostrarles que en Eslovaquia no tenemos solo vinos de excelente calidad, sino también gente experta que los entiende, decidí asistir a un concurso importante que se llama Trofeo Hubert 2019 y entrevistar a Beáta Vlnková, presidenta de la Asociación de Sumilleres de la República Eslovaca.
Nuestra asociación es bastante joven. Nació en el 2000 y ya en 2002 pasó a formar parte de la asociación del sumiller internacional, que en el mes de junio cumplirá 50 años. Esta organización fue fundada en 1969 por 4 países - Italia, Francia, Portugal y Bélgica que, entre sus primeras actividades, empezaron a organizar cada tres años un Campeonato de sumiller europeo y mundial. En la actualidad la asociación tiene 66 miembros provenientes de todo el mundo.
¿Hoy ustedes están celebrando uno de los concursos más importantes del año, verdad?
La competición que estamos celebrando hoy se llama Trofeo Hubert 2019. Puesto que es una especie de clasificación para los campeonatos mundial y europeo, el ganador de este concurso representará a Eslovaquia en el próximo Campeonato Europeo que se celebrará en Chipre. En el campeonato mundial más reciente conseguimos el mayor éxito alcanzado hasta ahora - Rastislav Šuták de la región de Kysuce ocupó en él el puesto 24. Dado que la competitividad es muy fuerte y los rivales son todos excelentes, nosotros consideramos este resultado de muy bueno.
¿Nos podría describir una jornada del concurso? ¿Quién puede participar en él?
En nuestro concurso pueden competir todos los interesados que han cumplido 18 años de edad. Cada año cedemos una parte del espacio a los sumilleres jóvenes - este año vinieron 13. Su presencia es muy importante y siempre nos da mucho agrado. Más jóvenes empezarán, más pronto adquirirán la experiencia necesaria para poder ocupar buenas posiciones. Una parte de la prueba se realiza en inglés. La prueba consiste de un test de 50 preguntas bastante difíciles relacionadas con el vino. Luego hay siempre algunas preguntas que atañen al café, las infusiones de té, la cerveza y a las combinaciones de estas bebidas con varios platos e ingredientes, luego hay una parte de reconocimiento sensorial, en la que además de las disciplinas clásicas tendrán que descubrir varias imperfecciones del vino. Y por la tarde tendrá lugar la última parte de la prueba que es la prueba práctica y esta vez se trató de la decantación del vino rojo. Decantar un vino es permitirle entrar en contacto con el oxígeno, y no solo hacer que se liberen muchos de sus matices, sino fundamentalmente que gane en aromas.
Mucha gente joven del sector gastronómico se marcha al extranjero para ganarse mejor la vida o simplemente para adquirir experiencia. ¿Pasa lo mismo con los sumilleres?
Muchos de los jóvenes sumilleres que han tenido éxito en Eslovaquia actualmente viven y trabajan en Londres, donde están adquiriendo otras experiencias profesionales. Así pues, dirigiéndonos a seis de ellos decidimos fundar allí una sucursal exterior de nuestra asociación para promover en Gran Bretaña vinos y sabores eslovacos. Por ejemplo, recientemente organizamos una presentación de vinos eslovacos en la embajada eslovaca en Londres. Debo destacar que los sumilleres eslovacos a menudo buscan oportunidades de trabajo en el extranjero porque los restaurantes y los hoteles en nuestro país aún no saben apreciar de manera adecuada la profesión, la importancia y el papel de un sumiller. Sin embargo, debo decir que algunos de ellos, después de haber adquirido experiencias únicas ya están regresando. Hace poco regresaron dos que ahora disponen de conocimientos muy valiosos.
¿Nos podría revelar su combinación predilecta de vinos eslovacos para un almuerzo dominical o una cena solemne?
Sobre todo aconsejaría a nuestros oyentes no quedarse toda la noche con un solo vino. Hay que apreciar la rica oferta de vinos que tenemos en nuestro país. Para empezar la cena yo recomendaría con un vino espumoso. Ya tenemos en Eslovaquia muchos productores de vino que lo producen utilizando el método tradicional, es decir, sin añadir dióxido de carbono. Luego pasaría al refrescante vino rosado. Justamente ahora nos encontramos en la temporada del vino rosado. Un buen vino rosado eslovaco puede acompañarnos en una terraza llena de sol en el momento del entrante o del primer plato. En la mayoría de las familias eslovacas el almuerzo dominical culmina con el filete empanado y con éste yo personalmente tomaría un buen Veltliner verde eslovaco, y para cerrar aconsejaría algún vino dulce de los cuales tenemos una riquísima oferta. Por ejemplo, los vinos de paja, los vinos de Podredumbre noble o Botrytis o el famoso Tokaj. Según mi opinión, durante una cena solemne o un almuerzo dominical hay que tomar como mínimo 5 tipos de vino.
Quizás entre nuestros oyentes hay algún sumiller… ¿Organizan ustedes durante el año alguna competición internacional en la que pueden participar los extranjeros?
Claro, nos alegra mucho poder recibir competidores de Austria, Italia y España… son países en los que se producen vinos muy buenos. Próximamente estamos preparando una competición internacional en la que ya han confirmado su participación los sumilleres de la República Checa, Austria, Hungría, Polonia y obviamente, con mucho gusto también acogeremos a los de España. El concurso será en inglés.
Trofeo Hubert 2019
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