En el año 2014 la catedral de Santa Isabel de Košice ocupó uno de los primeros lugares entre las atracciones turísticas evaluadas por los seguidores del sitio de internet tripadvisor.com. Además, en el mismo año la catedral obtuvo el Certificado de Excelencia 2014 que recibe solo un 10% de los lugares mejor evaluados en todo el mundo. Además de las tantas preciosidades artísticas que esconde tanto dentro como en su exterior, el valor de la catedral lo eleva también la presencia de reliquias religiosas de varios santos, actualmente expuestas al público peregrino. Hay que destacar que ya durante la Edad Media este templo representaba un importante lugar de peregrinaje. En aquel entonces los peregrinos venían aquí sobre todo para ver la reliquia de la sangre de Cristo.
Tomáš Harbuľák, curador de la exposición, informó que al igual que hoy, también en el pasado la iglesia solía exponer las reliquias solo algunas veces al año, y estos períodos coincidían con importantes fiestas religiosas. También explicó que las reliquias no están destinadas para ser adoradas.
Mucha gente no creyente reprocha a los católicos que estén rindiendo culto a huesos. Eso no es verdad. De esta manera nosotros rendimos culto o demostramos el respeto hacia la vida y las virtudes de los santos. Y todo esto sirve de inspiración, para tomar ejemplo de la vida del santo. Como cuando durante el sacramento de la confirmación asumimos un nombre nuevo. No es porque nuestro nombre no nos guste, sino porque es una manera para demostrar la voluntad de seguir un ejemplo concreto para llevar una vida devota.
La catedral incluso poseía un relicario de oro largo de un metro, que además de tener un altísimo valor el mismo, contenía reliquias muy muy preciosas. Este le fue robado a la iglesia en el siglo XVII. En la actualidad la catedral tiene otro relicario de valor extraordinario y es la custodia u ostensorio que data del siglo XVIII y que ha sido producido por el maestro Ján Siláši. El curador nos explicó las categorías en las que se dividen las reliquias.
Con el tiempo, la Iglesia ha categorizado las reliquias, en tres clases. La primera clase es de alguna parte del cuerpo del santo. La segunda clase está formada por algo personal del santo, algo que usó o le perteneció y, la de tercera clase, la forman los objetos que hayan estado en contacto con una reliquia de primera o segunda clase o con la tumba de un santo.
Al lado del altar principal está ubicada la reliquia de Santa Isabel de Hungría, patrona de la catedral y también de la ciudad de Košice. Santa Isabel de Hungría era hija del rey Andrés II el Hierosolimitano. Isabel se casó a la edad de 14 años y quedó viuda siendo aún muy joven. Decidió dedicar su riqueza a los pobres, construyó hospitales y allí atendió personalmente a los necesitados. Falleció a la edad de 24 años. A partir de su canonización en 1236 por el pontífice Gregorio IX se convirtió en un símbolo de caridad cristiana para toda Europa, extendiéndose su culto muy rápidamente y profundamente desde los territorios germánicos, polacos, húngaros, checos, hasta los italianos, ibéricos y franceses.
En la catedral de Košice está depositada también la reliquia de la beata Anna Kolesárová, proclamada beata en 2018. Esta mujer joven fue asesinada a tiros por un soldado soviético, al que ella rechazó ofrecer su cuerpo. Esto sucedió en 1944 y la muchacha tenía solo 16 años. Las reliquias de esta mujer gozan de popularidad sobre todo entre los jóvenes. Otro santo, cuyas reliquias pueden encontrar en la catedral de Santa Isabel, es San Andrés, discípulo de Jesús Cristo y patrono principal de la archidiócesis de Košice. Y finalmente, otro tesoro de la catedral es la reliquia del papa Juan Pablo II - es un pedacito de la sotana que vestía durante el atentado del año 1981. Las cajas o estuches que sirven para guardar las reliquias o recuerdos de los santos y exponerlas a la veneración de los fieles se llaman relicarios. Continúa el curador de la exposición.
Las que datan de la Edad Media o del barroco obviamente, son las que tienen un mayor valor artístico e histórico. Sin embargo, también entre los relicarios modernos o contemporáneos encontramos varias preciosidades. Por ejemplo, los relicarios de la beata Anna Kolesárová y de san Chárbel que exponemos en nuestra catedral tienen un valor extraordinario. Los relicarios tienen que representar un símbolo que de alguna manera caracterice al santo. El de Anna Kolesárová representa la castidad y la oración. Y el de San Chárbel Makhlouf, puesto que era libanés, está representado por una hoja de cedro.
Fuente: TASR
Reliquias de la Catedral de Košice
Máte problém s prehrávaním? Nahláste nám chybu v prehrávači.