La semana pasada les hemos presentado, en el marco de nuestro concurso, la región de Záhorie. Puesto que viajando allí conseguí grabar muchas entrevistas, les prometí continuar contándoles varias cosas interesantes sobre esta pintoresca región que se halla entre el río Morava y el arco de los Pequeños Cárpatos.
Záhorie es realmente rica en tradiciones. Entre el verano y el otoño, en los pueblos se celebran activamente fiestas, festivales de la cosecha, ferias de la vendimia y ferias. Además, especialmente en la zona de Búry, es decir, en los alrededores de Borský Mikuláš, se celebran activamente fiestas religiosas como el día de San Nicolás y el día de San Nicolás. Ľubica Krištofová.
El llamado Búranský Fašang empieza con la santa misa del domingo antes del miércoles de Cenizas. Después de la santa misa la gente se reúne delante de la iglesia formando un gran círculo. Dentro de él los muchachos y hombres del pueblo con sombreros y vestidos en trajes populares bailan el Baile del Sable. Luego, desde el lunes un grupo de muchachos con sables, los llamados Šablári, pasan por el pueblo visitando casas. En el grupo no pueden faltar el jefe, el tesorero, y el Slaninár, que es el que recoge el tocino. Estos muchachos llevan máscaras y las caras tienen pintadas con el color negro. El cortejo pasa de casa a casa invitando a la gente a salir y bailar con ellos el Baile del Sable. Esta celebración culmina el martes con el ritual del Entierro del contrabajo.
La fiesta del pueblo o la del patrón de la iglesia local puede durar de 1 a 4 días. Esto también depende de las tradiciones locales. Tomás Motús.
En el pueblo de Kúty suelen celebrar la fiesta del patrón de la iglesia hasta durante 4 días. Para concluir la fiesta se baila un baile especial que se llama Válaná. En español sería algo como baile holgado. Este, cuando se pone en marcha y continúa por horas y horas hasta que el último hombre se caiga del cansancio. La banda, obviamente tiene que tocar sin interrupción y mientras tanto pasan las muchachas con las copitas de aguardiente, cuya toma es obligatoria de parte de los bailadores competidores. El baile termina cuando todos están en el suelo, holgando.
Si mencionamos los bailes, hay que recordar las danzas originales de la región norteña de Záhorie, a las que también se adaptaron las canciones populares. Habla Peter Michalovič - musicólogo.
Actualmente estamos volviendo a los bailes antiguos como, por ejemplo, son el Vrcená, que es un baile rotatorio. Para bailar este baile incluso fueron compuestas las canciones. Estas empiezan lentamente, ofreciendo a las parejas el espacio para cantar y luego aceleran y la pareja se pone a dar vueltas. Luego desempolvamos los viejos bailes como Verbunk o Cifrovanie. También renovamos los Lendler que bailaban los burgueses. Aún se me ocurre un baile maravilloso que se llama Ďupkaná. Durante este baile también se dan muchas vueltas pero además se pisotea. Es un baile maravilloso.
La especialidad gastronómica más famosa de Záhorie es el Skalický trdelník, un producto de panadería agridulce, que fue el primer plato de los productos eslovacos registrados en obtener una indicación geográfica protegida registrada por la Comisión Europea. Los habitantes de Záhorie se enfadan cuando ven que su Trdelník se vende en la República Checa, pero hay que admitir que también fue importado a Záhorie. Continúa Martin Hoferka.
En el pasado vino a este territorioy se casó aquíel ex general húngaro Józef Guadáni. Para vivir en Skalica se trajo consigo desde Transilvania a su cocinero personal. Dicho cocinero trajo consigo la receta de Trdelník que se convirtió en un dulce típico de Skalica, pero también en Transilvania continúa considerándose un dulce corriente.
Además del Trdelník, el visitante de Záhorie puede degustar otros dulces que no se encuentran en ningún otro lugar. Pavol Vrablec.
Es uno de los platos típicos de los Habáni que vivían en Veľké Leváre. Es un pastel que se llama Grenzkoch y hasta hoy en día suele preparase en algunas familias, sobre todo en ocasiones solemnes.
Otro dulce excepcional nos lo reveló Ľubica Krištofová.
Son las Šamrole de Čáčov o Šamrole de Senica. Son cañoncitos preparados de hojaldre especial rellenos de claras montadas a punto de nieve. La receta suele formar parte del patrimonio familiar y las cocineras se la guardan y no quieren revelársela a nadie fuera de la familia. Es una receta protegida que se hereda. Solo las buenas pasteleras la saben preparar bien. Las Šamrole de Čáčov o Šamrole de Senica no pueden faltar en ninguna fiesta local.
¿Qué otra cosa puede atraer a los turistas? Nos dirigimos a los gourmets, a los amantes del vino, a los amantes de los dialectos, a los peregrinos, a los recolectores de setas o a los bailarines. También añadimos que los amantes de la navegación fluvial pueden entrar en materia visitando el Canal de Baťa, que comienza en Skalica, y los aficionados a la historia más antigua pueden visitar la Iglesia de Santa Margarita de Antioquía en Kopčany o la Rotonda de San Jorge en Skalica. Si a usted también le gusta pasear por la naturaleza, le ofrecemos otros consejos. Concluye Viera Drahošová.
En Záhorie, más precisamente a lo largo de la cordillera del arco de los Pequeños Cárpatos, tenemos conservada una cadena de castillos de defensa que datan del siglo XIII, y obviamente, actualmente se encuentran en forma de ruinas, pero ofrecen oportunidades para hacer un recorrido por la naturaleza y subiendo a ellos se pueden ver maravillosas vistas panorámicas. Otra propuesta para hacer excursiones interesantes son dos casas de campo reconstruidas en las que vivían los Habáni. Sirven de museo al aire libre, una se sitúa en Veľké Leváre y otra en Sobotište.
Esperamos haber conseguido transmitirles, queridos oyentes, una idea de cómo es Záhorie, dónde se encuentra, cómo se vive y en qué se diferencia de otras regiones de Eslovaquia.
Seguimos descubriendo Záhorie
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