En uno de los concursos de vinos más importantes del mundo, Vinalies París 2024, que se celebró en marzo, Eslovaquia ganó 23 premios de Gran Medalla de Oro y, lo que es una gran sorpresa, 4 de ellas fueron otorgadas a vinos rosados y hasta 7 a los tintos. El Gran Oro lo recibió también el vino blanco de la variedad autóctona Devín. Recordemos que hasta ahora, Eslovaquia ha puntuado en el extranjero sobre todo con variedades de vino blanco. Aparte de los 23 grandes oros, nuestro país obtuvo 46 medallas de oro, 5 de plata, 3 premios de Palm Vinalies y 2 premios especiales Prix VINOFED. De todos los participantes extranjeros, los vinos eslovacos fueron los que más medallas obtuvieron. De los 198 vinos inscritos en la competición, 74 lograron obtener medallas. Nuestros participantes más exitosos fueron los vinateros de Château Topoľčianky, Zámocké Vinárstvo S.r.o. y la bodega Martin Pomfy – Mavín. Cedemos ahora la palabra a la embajadora de los vinos eslovacos, Edita Ďurčová, quien fue miembro del comité de cata del citado concurso.
Me alegran mucho los resultados obtenidos. Creo que, tal y como maduraron los viñedos eslovacos, paulatinamente maduraron también los viticultores, los vinateros, tal y como maduró el mismo márquetin que está en fondo, detrás de los éxitos en estas competiciones. Los vinateros piensan mucho más en qué muestras enviar al organizador de la competición. En lugar de pensar en las variedades requeridas apuestan por vinos en los que realmente creen ellos mismos.
Eslovaquia participa en los concursos internacionales de vino, tanto en calidad de competidores como en la de comités de juzgado.
Logramos infiltrar en los comités de juzgado a los expertos eslovacos, demostrando al mundo que, aparte de vinos, disponemos de expertos de primera clase. Esta gente no solo entiende el vino, sino que habla varios idiomas y sin problemas puede competir con expertos de nivel mundial. Este hecho influye mucho en la evaluación de los vinos eslovacos.
La satisfacción de estos resultados la compartió con nosotros también la presidenta de la Asociación de viticultores y vinateros eslovacos, Jaroslava Kaňuchová Pátková. Como dijo, los vinos eslovacos son atractivos también por “andar con los tiempos”. Es decir, por adaptarse a las tendencias actuales.
Nos empeñamos en estudiar y percibir las tendencias y estilos del consumidor. De entre ellos, actualmente prevalece la nueva generación que opta por sabores más frescos y juguetones, pero sabe apreciar también la calidad de gustos más elegantes y con poso. Hay que subrayar que siempre logramos cautivar su atención con sabores nuevos, más modernos.
Los vinos ganadores eslovacos provienen de 30 empresas vinateras de todos los rincones del país. En lo que se refiere a su localización, entre los más exitosos destacan los pueblos de Vinosady – zona de Pezinok, Rača – zona de Bratislava y Tajná, situado en la región de Nitra. La alegría por haber ganado las medallas la sintieron tanto los mismos ganadores, como los miembros del juzgado eslovacos. Puesto que los vinos se catan a ciegas, el orgullo de los catadores eslovacos era fuerte.
Les puedo revelar una emoción fuerte que vivimos cuando el juzgado otorgó a un vino hasta 98 puntos y luego, tras un gran aplauso, desveló los resultados, es decir, su origen, la variedad y el nombre del vinicultor, descubrimos que se trataba de un vino eslovaco. Todos vinieron a felicitarnos. Creo que desde el punto de vista vinicultor formamos parte de los países reconocidos.
Vinalies 2024
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