El ajo eslovaco lucha por sobrevivir. Sus enemigos son el mercado globalizado de las cadenas de los supermercados, los bajos precios de la compra y la deshonesta competitividad. Con el objetivo de ayudarle a regresar a las cocinas eslovacas la Asociación "Ajo Eslovaco" organizó una conferencia en la cual ha presentado un proyecto para fomentar el cultivo del ajo en nuestro país. Con esta ocasión Andrea Andreiová del departamento de cultivo de las verduras en la Universidad Agraria de Nitra informó sobre la situación actual del cultivo de esta verdura en Eslovaquia.
En la actualidad el cultivo de las verduras de bulbo en nuestro país representa un 10% de todos los cultivos agrarios. Y de estos hasta un 90% representa la cebolla. Es decir, el cultivo del ajo no llega ni a un 10% y en total a 1% de los cultivos agrarios.
Por ejemplo, en 2013 el ajo se cultivaba en 72 hectares del suelo agrario. Por supuesto, estamos hablando de los cultivos de las cooperativas agrícolas y no de los pequeňos granjeros que lo cultivan para satisfacer sus propias necesidades.
Podemos constatar que en comparación con los aňos 2012 y 2013 cuando la superficie de producción de ajo era la más baja, durante los últimos dos aňos el cultivo del ajo ha aumentado. Sin embargo, ni de lejos nos estamos acercando a la producción de nuestro país en los aňos 90, cuando llegabamos a 4 mil toneladas al aňo.
Július Kráľ, presidente de la Asociación Ajo Eslovaco, explicó que el consumo doméstico del ajo es mucho más alto que su producción nacional.
El consumo medio del ajo en Eslovaquia, tratandose de un dato válido a largo plazo, es de 1 kilo por persona al aňo. Este dato, junto al número de los habitantes del país, nos sirve para poder determinar el consumo nacional. Por otro lado, tomando en consideración la superficie sembrada, estimamos la producción nacional entre 200 y 400 toneladas de ajo al aňo. Esta cantidad no alcanza ni un 10% del consumo nacional. Así pues tenemos que importar del extranjero cientos de toneladas de ajo. Durante el regimen socialista esta verdura se cultivaba en una supeficie de hasta 1400 hectáreas.
Y ahora estamos obligados a importarla de los países que tienen condiciones climaticas muy diferentes, que cultivan el ajo de menor calidad, siguiendo como objetivo sobre todo su cantidad.
Lo específico de Eslovaquia es que aquí el ajo lo usamos exclusivamente como una especie, por eso queremos tener un sabor bien concentrado y no importa el tamaňo. Creo que en la cocina internacional, a diferencia de la nuestra, se usan más formas y tipos de ajo, incluso se usa como una verdura corriente. Nosotros lo usamos como una especie, suplemento o complemento, mientras que en el extranjero existen platos en los que el ajo representa la base o de él se preparan conservas.
Nosotros eslovacos sabemos cultivar el ajo y en el mismo tiempo nuestro consumidor está interesado en comprarlo. Así parece que no deberíamos tener problemas.
Pero un gran problema es imponerlo en el mercado, y además imponerlo en el mercado globalizado de cadenas de supermercados, imponerlo a un precio razonable, y finalmente, eliminar la competitividad deshonesta. En ésto nos podría ayudar el desarrollo de los mercados alternativos, es decir, mercados granjeros, tiendas pequeňas o la posibilidad de la compra directa. Con el fin de promover el ajo eslovaco nuestra asociación inventó un sistema de certificación - que otorga certificados a los granjeros eslovacos que cultivan las variedades eslovacas en el territorio eslovaco, además nosotros tenemos que controlar el campo previamente. El agricultor tembién debe mandarnos regularmente las muestras de su producción.
De los problemas habló también Attila Knap, granjero del pueblo de Okoč, en provincia de Dunajská Streda.
Hace varios decenios había compradores de ajo en cada pueblo y de ellos han quedado pocos, entonces a veces hay que ir lejos a buscarlos. Y en lo que se refiere a los precios, la unica manera rentable es la venta directa, es decir, vender en los mercadillos o directamente en la granja. Quien produce toneladas y quiere vender a las cadenas de supermercados, debe adaptarse a los precios del ajo espaňol.
En la conferencia sobre el ajo asistieron también los granjeros checos. Sus experiencias contó Jan Kozák, agricultor y cultivador de ajo en Chequia.
Tenemos los mismos problemas que los eslovacos. Uno de ellos es que en nuestros dos países la red de supermercados es demasiado extensa. Es decir, no hay casi tiendas medianas o pequeňas. Recientemente nos encontramos con nuestros colegas de Inglaterra que justamente suministran la red de las tiendas medianas. Pero ni nosotros ni los eslovacos tenemos esta oportunidad.
Los productos chinos no han invadido solo el mercado eslovaco de la ropa o de la electronica. Desafortunadamente también él de ajo.
Los chinos, a diferencia de los eslovacos o checos, no usan el ajo como una especie, sino como una verdura y por eso se empeňan en obtener una mayor cantidad de masa o de volumen. Así pues, al preferir la cantidad sobre la calidad, llegan a obtener un sabor muy débil. Por eso el ajo chino no ha tenido mucho éxito en nuestros países. Sin embargo, un serio problema continúa siendolo el ajo espaňol, porque tiene un sabor mejor, pero siempre muy diferente de él que tiene el ajo eslovaco o checo. Los nuestros representan exclusivamentre una especie, por eso su sabor es bien intenso y bien expresivo. Para los platos típicos que tienen que tener un sabor específico y tradicional hay que usar exclusivamente el ajo eslovaco.
Y qué es lo que quise decir cuando en la introducción mencioné la deshonesta competitividad?
Puesto que la gente empieza a entender la situación y prefiere comprar el ajo checo o eslovaco, una gran cantidad de ajo espaňol se embala ilegalmente aquí y se vende como ajo local. Se estima que incluso más de la mitad del ajo marcado como checo tiene orígen en Espaňa. Es un problema serio y desafortunadamente muy extendido.
Ajo eslovaco
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