20 años en la UE - Dinamarca

20 años en la UE - Dinamarca

¿Todo hygge ['hyːgə] o qué? Esta expresión danesa combina sentimientos de bienestar, satisfacción y comodidad, y en los últimos años también ha pasado a encarnar una determinada actitud ante la vida. La palabra procede originalmente de sus vecinos del norte, Noruega, pero los daneses la han hecho suya y, en cierto modo, se ha convertido en un éxito de exportación.

A menudo se hace referencia a Dinamarca como "el país más feliz del mundo", incluso según el Informe Mundial sobre la Felicidad que se publica anualmente en nombre de las Naciones Unidas. Eslovaquia ocupa el puesto 45 en esta clasificación de 2024. Algunas de las razones de tanta felicidad en la sociedad parecen obvias: por ejemplo, Dinamarca tiene fama de poseer una gran justicia social y una sólida igualdad de oportunidades. Sus escuelas se consideran innovadoras, inclusivas y digitales. Otra clave de esta felicidad radica probablemente en la forma de vivir de los daneses. Su capital, Copenhague, antaño inundada de coches, tiene ahora fama de ser una de las mejores ciudades del mundo para los ciclistas. Cada día se recorren 1,2 millones de kilómetros en bicicleta, y el 62% de los ciudadanos se desplaza al trabajo, a la escuela o a la universidad en bicicleta, haga el tiempo que haga.

En "El libro pequeño de Hygge", la autora danesa Meik Wiking escribe sobre estudios que demuestran que

Los que después de muchos años dejaron de desplazarse en coche y empezaron a usar la bicicleta o andar a pie, llegaron a ser más felices. Eso vale también para los casos en los que la nueva modalidad de desplazamiento requiere más tiempo. Los niños que suelen ir a la escuela en bicicleta tienen una condición física mucho mejor que sus compañeros acompañados en coche.

Los daneses nos proporcionan muchos argumentos por los que merece más la pena ir en bici que en coche. Su país nórdico tiene una población y un tamaño similares a los de Eslovaquia, pero solo una frontera terrestre con Alemania; por lo demás, está rodeado por el mar. Se convirtió en miembro de la Unión Europea el 1 de enero de 1973 y es también uno de los doce miembros fundadores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Estas cifras clave indican también una cierta estabilidad, lo que constituye una sólida base para la felicidad danesa.

Para saber más sobre la vida en Dinamarca de primera mano, hablamos con una joven eslovaca cuya historia en Dinamarca empezó hace 13 años, cuando fue a estudiar allí. Ahora Lenka Hudáková-Hildebrandt está instalada en Copenhague, tiene allí una familia y trabaja como jefa de productos en una start-up especializada en automatización de procesos. ¿Percibe ella también un mayor nivel de felicidad en su nuevo hogar que en Eslovaquia?

Sé que ya se habrá convertido en un cliché el hecho de que los daneses formen parte de las naciones más felices del mundo. Creo que simplemente han entendido que para ser feliz y reconocido por parte de la sociedad el hombre no necesita sobresalir de la muchedumbre o presentarse a través de un estatus.

Hoy viven en Dinamarca unos 4.000 eslovacos. La mayoría de ellos fueron atraídos por las buenas oportunidades laborales o el atractivo sistema educativo del país nórdico. Muchos de ellos encontraron allí un nuevo hogar. Según Lenka, ¿en qué podría inspirarse Eslovaquia en Dinamarca?

Si tuviera que seleccionar los aspectos principales, podría mencionar la mayor tolerancia en general, la inadmisibilidad de la corrupción o del abuso de poder. En Dinamarca los temas problemáticos se discuten conjuntamente. Los funcionarios públicos están controlados y criticados, si no ejercen sus cargos de manera correcta. Esta es realmente la democracia. Un ciudadano corriente forma parte del poder compartiendo la responsabilidad. En cualquier momento puede averiguar si los valores establecidos continúan siendo respetados.
Luego podría mencionar la digitalización. Hablo de una digitalización no escrita en un papel o en un concurso público, hablo de una digitalización aplicada en la realidad. Yo, cuando me casé, pasé un año esperando el acta de matrimonio, viviendo varias dificultades burocráticas y asistiendo a antiguas formas de correspondencia.

Dinamarca está considerada pionera en digitalización. Detrás está la mejor red de banda ancha de Europa, una fuerte integración de las tecnologías digitales en todos los ámbitos de la vida pública, empresarial y privada y una estrategia de digitalización a largo plazo. Como resultado, hoy casi el 92% de los ciudadanos del país nórdico utilizan servicios de administración electrónica. Esto significa también que Dinamarca tiene el mayor nivel de digitalización de todos los Estados miembros de la UE. Este éxito es también obra de la organización sin ánimo de lucro Digital Hub Denmark. El pasado otoño, sus representantes fueron invitados a la ITAPA, la mayor conferencia tecnológica del país. Allí, Nicolaj Christensen expuso la receta danesa para el éxito de la digitalización:

"Se trata de confianza. Es uno de los principios básicos de Dinamarca. Se trata de confiar los unos en los otros como ciudadanos. Confiamos en nuestras instituciones públicas, pero también en las privadas. Estamos construyendo cosas, centrados en el ciudadano, asegurándonos de que las personas sigan siendo el núcleo, reconociendo porqué nos estamos digitalizando. Por supuesto, como todos, nos centramos mucho en la inclusión digital. Se trata de construir cosas juntos y asegurarnos de que beneficien a la sociedad y a los ciudadanos en su conjunto. Eso es lo que nos ha llevado a convertirnos en el sector público más digital de Europa".

La digitalización es uno de los ámbitos en los que Eslovaquia, como muchos otros países de la UE, podría sin duda aprender mucho del país nórdico. Para los daneses, Eslovaquia es un país que ofrece oportunidades para el desarrollo de sus negocios, especialmente en el sector agroindustrial. Han invertido sobre todo en la fértil Eslovaquia meridional y han aplicado sus conocimientos técnicos en la producción ganadera eficiente y el cultivo de cereales. El paisaje llano de la llanura del Danubio puede incluso recordarnos un poco a Dinamarca. Ahora intentemos imaginar un ambiente veraniego en una playa junto al Danubio o -con un poco menos de sol- en el mar Báltico. En algún momento, puede que nos venga a la mente el que quizá sea el éxito de exportación menos típico de Dinamarca: una canción de 1983 del dúo pop Laid Back, que encabezó las listas de éxitos de toda Europa en su momento: "Sunshine Reggae".

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Ladislava Hudzovičová Foto: TASR

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